La migración es rechazada
pero también necesitada por la sociedad, es una de las afirmaciones que se
hacen en el VIII Informe sobre exclusión y desarrollo social elaborado
en
el 2019 por la Fundación Fomento para Estudios Sociales y Sociología Aplicada
(Foessa).
Precisamente en la reciente visita oficial a España del Relator especial de Naciones Unidas para la pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston, entre el 27 de enero y 7 de febrero, la migración ocupó un espacio entre las observaciones sobre los grupos vulnerables en su declaración de cierre.
Para el Relator especial [1] , en España los migrantes no comunitarios y los propios comunitarios tienen un alto riesgo de pobreza y exclusión social, muy por encima de los propios españoles.
Reconoce Alston que los dos temas críticos en la dinámica del migrante en España son: el acceso al trabajo y a la vivienda digna, principalmente porque hay muchos obstáculos que impiden a la mayoría de los migrantes lograr niveles básicos de estabilidad exponiéndoles -a muchos- a situaciones de grave vulnerabilidad, y a otros a situaciones significativamente precarias.
Pero, el Relator especial, relató que su mayor preocupación está en la situación que ha podido encontrar en España –principalmente- con relación a los menores no acompañados y así mismo, alertó que es necesario prestar especial atención a la realidad que experimentan las mujeres y las niñas que trabajan en la agricultura.
La atención que le ha prestado el Relator especial de Naciones Unidas para la pobreza extrema y derechos humanos al tema de la migración, evidencia que es un tema esencial y por demás sensible, en la agenda social española.
Esa realidad queda claramente definida cuando el Informe: La migración en España: efectos y oportunidades , 2019 presentado por el Consejo Económico y Social español [2] , afirma categóricamente que en la actualidad no cabe duda que España se presenta ante el mundo y ante sí misma con un rostro multicultural que incluso ya es comparable con otros países con mayor tradición receptora del mundo.
Hay un tema que es muy importante destacar, pues representa un valor agregado muy importante en el análisis sobre la migración en España, que tiene que ver con el nivel de rechazo de la migración, por no decir, el nivel de miedo hacia los migrantes.
En ese sentido, el VIII Informe de Foessa destaca que en España casi seis de cada diez personas declaran querer vivir en una sociedad en la que prevalezca la multiplicidad de orígenes, culturas y religiones, aunque un tercio prefiere vivir en una sociedad más homogénea; esto significa que en España el tema migratorio no representa para los españoles en general un problema prioritario en la agenda pública.
Pero hay niveles de rechazo, muy por debajo de los otros países de la Unión Europea que no puede ser ignorado, y que según el VIII Informe de Foessa está apoyado en motivos culturales.
Pero aún así, el Informe presentado por el Consejo Económico y Social español, señalado previamente destaca que en España hay la percepción de un 74% de ciudadanos consultados para el mencionado Informe que afirmaron no estar bien informados sobre la migración, en el caso de la Unión Europea esa percepción logra una media del 61%.
Esa realidad, lleva a reconocer como lo expresa el VIII Informe de Foessa sorbe exclusión y desarrollo social en España la necesidad de trabajar la empatía, y a la comunidad en materia migratoria.
Ahora bien, la migración, como ya se dijo, es asumida también como una necesidad, y ello está sustentado, según Foessa, por un lado en razones reproductivas, relacionadas con el desequilibrio de población, por el otro, en razones de crecimiento económico, y por último en la aspiración por mantener del sistema de pensiones, tema que no resulta tan fácil como muchos piensan, pues pasa por valorar la calificación de los migrantes, la capacidad de aporte a la seguridad social y ello está vinculado con el empleo y el salario, temas críticos para la población migrante.
Sobre el desequilibrio poblacional, el VIII Informe de Foessa afirma que la inmigración como hecho estructural cumple un papel sustentador demográfico en dos sentidos:
a)Su aporte perdurable a la dinámica vital.
b)Su impacto en la estratificación social.
Ello significa, advierte Foessa que l a inmigración va a ejercer de continuo el papel de alimento que sostiene la evolución de la población, pero también va a trastocar la jerarquía de clases en la sociedad receptora. Así, los inmigrantes suman habitantes a la población española y, a la vez, rellenan la parte inferior de la pirámide social. Tienen un papel protagonista en la estructura reproductiva de la población, pero también en el aumento de la exclusión social.
Con relación al crecimiento económico y mercado de trabajo, es importante destacar que para el Anuario CIDOB de la Inmigración. Nueva época 2019 , la recuperación económica está siendo liderada en buena medida por la recuperación del pulso migratorio [3] .
Y Foessa en su VIII Informe, afirma que la inmigración representa uno de los dos factores más influyentes en el aumento de la población que trabaja, principalmente en el sector de los trabajadores precarios. Así mismo, destaca que la inmigración no se relaciona de manera inmediata con el paro o la inseguridad ciudadana, como muchos pretenden hacer creer a los fines de buscar allí elementos para generar el rechazo a la población migrante.
Para lograr que entre el rechazo y la necesidad migratoria, haya un equilibrio sano para garantizar la convivencia armónica y la cohesión social, es necesario que el gobierno español definitivamente presente un Plan Estratégico que garantice la coordinación entre los distintos niveles políticos territoriales y presente los lineamientos generales para enfrentar los desafíos que supone una integración plena de los migrantes en la sociedad.
Eccos de Paz, identificó precisamente la necesidad de ese Plan Estratégico en el estudio sobre el perfil sociopolítico de la población migrante en Madrid realizado en el segundo semestre del año 2019.
Hoy, afirma Foessa, el tema migratorio no es un “material fácilmente inflamable”, pero podría serlo en cualquier otro momento a futuro, por lo tanto, en los desafíos sociales de España, resulta urgente que la migración ocupe un espacio importante, así como lo fue para el Relator especial de la ONU; informes como los de Foessa a los cuales le hemos dedicado varios artículos, son una radiografía dura y ruda de una realidad que no se puede ignorar sin correr el riesgo de agravarla y entonces romper el equilibrio que necesita la sociedad para mantener la convivencia armónica.
En tal sentido si hay ausencia de información sobre el tema migratorio, el tercer sector tiene allí una responsabilidad importante de pedagogía social, sin excluir la responsabilidad del Estado en esta materia; si hay precariedad y riesgo de pobreza y exclusión, no cabe duda que hay que atenderlo con responsabilidad pues hay un rostro cada vez más multicultural de la sociedad española que debe ser reconocido como base para el desarrollo sostenible.
[1] Ohchr.org. Declaración del Relator Especial de Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, sobre la conclusión de la visita oficial a España durante el 27 de enero y 7 de febrero 2020. 7 de febrero 2020. Online en: https://www.ohchr.org/sp/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=25524&LangID=s
[2] Consejo Económico Social España. Informe: La migración en España: efectos y oportunidades. 02/2019. Pág 13.
[3] Anuario CIDOB de la Inmigración. Nueva época 2019. Inmigración, elecciones y comportamiento político. Barcelona. Pág. 23.