La arteterapia promueve entre sus participantes un lenguaje simbólico y artístico, que como hemos explicado posee sus características propias, al tiempo que atiende a la relación que se establece entre la obra, la persona que la crea y, en el caso de que existieran más integrantes, el resto del grupo. La arteterapia no busca la creación de grandes obras maestras, ni siquiera la realización de formas bellas, no debemos confundirlo con un taller de arte. La arteterapia está relacionada con el arte y con la terapia, pero es una disciplina que va más allá de la unión de estas dos (Rio, 2009). En ese sentido podríamos decir que el todo de la arteterapia es mayor que la suma de sus partes, es decir, la arteterapia es más que arte y terapia. Desde su ejercicio seremos capaces de expresarnos y relacionarnos de un modo que de otra forma hubiera sido imposible, desde “ese otro lado”.

Por Beatriz Fernández Nogueroles

Psicóloga (UNED)

Cuando hacemos arte por nuestra cuenta, aunque logremos sacarle ciertos beneficios y sentirnos mejor con nosotros mismos, no logramos dar con la objetividad de lo que abarca un proceso terapéutico. Ya que para que esto ocurra, necesitamos acompañar ese “hacer arte” de un arteterapeuta que nos escuche de forma objetiva y sin juicios, que nos provea un espacio seguro y de confianza, y que nos sirva de apoyo al ir identificando nuestras emociones con el fin de conocernos, expresarnos y reflexionar. De esta forma, podemos lograr esa conexión mente-cuerpo y un mayor entendimiento sobre nuestro mundo interior para poder lograr esa “armonía” con lo propio y con lo que nos rodea.

Por Adriana Torre López

Psicóloga (UPRRP)

Las artes nos han acompañado a lo largo de la historia de la humanidad, ya sean como: ritual, acto cultural, celebración, expresión emocional, etc. Además de esto, se ha hecho mucho énfasis en la importancia de todas las formas de arte para el crecimiento y desarrollo sano de los niños y niñas. De estas dos ideas, nace una corriente en la que se busca que, a través de las artes, las personas puedan mejorar su malestar, profundizar en sí mismos, expresar sus emociones y crear, ya sea con materiales de las artes plásticas, su cuerpo, instrumentos musicales, obras de teatro, poemas, etc.



Por Samaris Patiño Castellanos

Psicóloga (UCAB)