La Organización de Naciones Unidas (ONU), está consciente y procura sus Estados Miembros reflexionen sobre el papel de las ciudades en el desarrollo centrado en los espacios urbanos.
Para la ONU,
las ciudades son “hervideros de ideas,
comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más” [1]
,
y reconocen el papel estratégico de las ciudades en el desarrollo sostenible,
principalmente por ser los espacios urbanos llamados para enfrentar los enormes
desafíos que supone la tendencia mundial hacia un crecimiento más urbano que
rural.
La
institucionalidad política y los actores de la sociedad civil tienen la enorme
responsabilidad de asumir en el presente la responsabilidad de construir un
futuro en el cual no se vea comprometida la capacidad de las generaciones
futuras de satisfacer sus propias necesidades.
Precisamente
el desafío de lograr satisfacer las necesidades presentes sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras, es lo que se reconoce como desarrollo
sostenible.
Esa
responsabilidad a la que se hace referencia está centrada en el hecho
demostrable que el Mundo ha crecido y crece de manera extraordinaria con un
rostro más urbano que rural.
El Banco
Mundial reconoce que para el 2018 el 54% de la población mundial vivía en zonas
urbanas, tendencia que se mantendrá, por lo que los habitantes en ciudades
aumentarán 1,5 veces hasta llegar a 6.000 millones de personas en 2045.
A estos
datos el Banco Mundial agrega que el 80% del producto interno bruto (PIB)
mundial se genera en las ciudades, en consecuencia gestionar bien la ciudad
representa un importante aporte al crecimiento sostenible en productividad,
nuevas ideas e innovación [2].
En ese mismo
sentido, la ONU advierte el crecimiento urbano mencionado, destacando la
siguiente realidad:
· América del Norte: 82 % de población urbana.
· América Latina y el Caribe: 81 %.
· Europa: 74 %.
· Oceanía: 68 %.
Pero Asia, a pesar de su bajo nivel de urbanización
(cerca del 50 %), acoge al 54 % de la población urbana mundial, seguida de
Europa y África con un 13 % cada una. África, en contraste, predomina la
población rural, con un 43 % de sus habitantes viviendo en las ciudades [3]
.
Así como el
Banco Mundial y la ONU, el Vaticano también se ha ocupado de los principales
problemas que afectan a los ciudadanos del mundo y que desafían la capacidad
para construir el desarrollo sostenible, coincidiendo todos en abordar agendas
temáticas, en sus distintas dimensiones, muy acordes con los Objetivos de
Desarrollo Sostenible 2030.
Los ODS
2030, aprobados en septiembre 2015, son una hoja de ruta global, adoptada por
193 países, que han expresado su compromiso a planificar el desarrollo de sus
naciones en el marco de un compromiso global con 17 objetivos y 169 metas, que
a través de 230 indicadores facilitarán el monitoreo, avance y recorrido hacia
la sostenibilidad del desarrollo.
Cada país
debería en repuesta a ese compromiso adaptar su planificación a esos ODS, y en
cada país, los estados o regiones, así como los municipios y entidades locales
administrativas y políticas, deberían hacer lo mismo, pero atendiendo a los
lineamientos nacionales de cada Estado en particular y a su propia realidad.
El
compromiso político global con los ODS 2030, no es otro que el de poner fin a
la pobreza y el hambre, disminuir brechas de desigualdad entre países y al
interior de estos, de construir sociedades más justas, pacíficas e incluyentes
que protejan los derechos humanos, promuevan la igualdad entre géneros y se
comprometan con la sostenibilidad ambiental.
Cuando la
ONU plantea los ODS 2030, busca promover acciones procurando que nadie se quede atrás.
Para abordar
las ciudades como actores efectivos del desarrollo sostenible, para que nadie se quede atrás
, es fundamental
iniciar por lavaloracióny la revisión del Objetivo 11 de los ODS 2030, a través
del cual se procura alcanzar ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y
sostenibles.
En este
contexto, son muchos los esfuerzos que se hacen desde instancias como Naciones
Unidas para sensibilizar a las autoridades locales y a las instituciones
locales en el rol que deben jugar para lograr el desarrollo sostenible, uno de
esos esfuerzos se concretó con la Nueva Agenda Urbana aprobada en Quito en el
2016.
¿Cómo hacer para lograr el desarrollo
sostenible desde las ciudades como actores estratégicos?
Es una
pregunta clave para lograr identificar las acciones que deben ser asumidas para
intentar armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la
inclusión social y la protección del medio ambiente.
Pero su
respuesta debe ser integral con el esfuerzo por responder a la inquietud de ¿cómo
incluir a todos los actores de la sociedad en esa hoja de ruta, sin previamente
identificarlos, reconocerlos como sujetos de derechos y como seres humanos que
tienen sus propias necesidades y expectativas?
El mundo ha
aprendido que, para lograr avanzar en el desarrollo sostenible, respondiendo a
estas y muchas otras inquietudes, la institucionalidad democrática, juega un
papel esencial, para garantizar que nadie
se quede afuera.
Ello supone
a cada ciudad, que sus autoridades e instituciones se reconozcan como espacios
naturales donde el principio de diversidad deba ser debidamente valorado y
atendido a través de políticas públicas, y también supone la necesaria tarea de
valorar permanentemente los niveles de cohesión social de su población.
Esos dos
elementos: diversidad y cohesión social, entre otras variables, son claves para
lograr la mayor inclusión posible en un ambiente de disposición y capacidad
para trabajar en conjunto hacia la búsqueda del desarrollo sostenible
compartido.
La ciudad es
el espacio idóneo para reducir la desigualdad a que hace referencia el Objetivo
10 de las ODS 2030, en consecuencia, y a los fines de este texto, es importante
considerar las siguientes metas:
10.2
De aquí a 2030,
potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las
personas, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia,
origen, religión o situación económica u otra condición
10.3
Garantizar la
igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad de resultados, incluso
eliminando las leyes, políticas y prácticas discriminatorias y promoviendo
legislaciones, políticas y medidas adecuadas a ese respecto
10.4
Adoptar políticas,
especialmente fiscales, salariales y de protección social, y lograr
progresivamente una mayor igualdad.
En estas
metas, están planteados grandes desafíos para abordar la diversidad y trabajar
la cohesión social desde la ciudad, como una de sus dimensiones.
Pero esas
metas deben ser analizadas de manera integral con otros objetivos, pues los ODS
tienen la particularidad que se interrelacionan unos con otros objetivos, como
el número 11 de los ODS 2030, que precisamente busca la ciudad inclusiva,
segura, resiliente y sostenible, cuyas metas son muy claras en cuanto a las
condiciones básicas y necesarias para que una ciudad logre ser calificada en la
forma como lo hace el respectivo objetivo.
Las metas
previstas en ese Objetivo 11 son las siguientes:
11.1
De aquí a 2030, asegurar el acceso
de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados, seguros y
asequibles y mejorar los barrios marginales.
11.2 De aquí a 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad
11.3 De aquí a 2030, aumentar la urbanización inclusiva y sostenible y la capacidad para la planificación y la gestión participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos humanos en todos los países
11.4 Redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo
11.5 De aquí a 2030, reducir significativamente el número de muertes causadas por los desastres, incluidos los relacionados con el agua, y de personas afectadas por ellos, y reducir considerablemente las pérdidas económicas directas provocadas por los desastres en comparación con el producto interno bruto mundial, haciendo especial hincapié en la protección de los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad
11.6 De aquí a 2030, reducir el impacto ambiental negativo per capita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo
11.7 De aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad
11.a Apoyar los vínculos económicos, sociales y ambientales positivos entre las zonas urbanas, periurbanas y rurales fortaleciendo la planificación del desarrollo nacional y regional
11.b De aquí a 2020, aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles
11.c Proporcionar apoyo a los países menos adelantados, incluso mediante asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales
Otros de los Objetivos que no pueden ser ignorados a los fines de la reflexión sobre la cohesión social, la diversidad, la ciudad, los actores sociales y el desarrollo sostenible es el que se identifica como el número 16 a través de la cual se aspira lograr sociedades justas, pacíficas e inclusivas, que plantea las siguientes metas que deben ser consideradas a los fines del presente texto:
16.3 Promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos
16.6 Crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas
16.7 Garantizar la adopción en todos los niveles de decisiones inclusivas, participativas y representativas que respondan a las necesidades
16.8 Ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza mundial
16.10 Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales
16.b Promover y aplicar leyes y políticas no discriminatorias en favor del desarrollo sostenible.
Así mismo se entrelaza la meta 4.7 del ODS 4 “Educación de Calidad”, donde se especifica “de aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y contribución de la cultura al desarrollo sostenible” .
Estos dos últimos ODS, guardan estrecha relación con la figura de la mediación, asumida esta como uno de los instrumentos efectivos para lograr abordar la diversidad y salvaguardar la cohesión social en las comunidades y promover la cultura de paz y no violencia, por medio de estilos de vidas sostenibles.
La mediación, el fortalecimiento institucional, la educación cívica y la participación ciudadana se convierten en elementos fundamentales de las reflexiones que se comparten en este texto y que buscan identificar una alternativa efectiva y útil que permita concretar los ODS 2030 desde las comunidades, haciéndolas participes y sensibles de su propia realidad y complejidad.
[1] ONU. Objetivos de Desrrolo Sostenible 2030. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/cities/
[2] Banco Mundial. Desarrollo Urbano. Programa general. 22 de junio 2018. Online en: https://www.bancomundial.org/es/topic/urbandevelopment/overview
[3] Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. Las ciudades seguirán creciendo sobre todo en países en desarrollo. 26 de marzo 2018. Online en: https://www.un.org/development/desa/es/news/population/2018-world-urbanization-prospects.html