Cuando en Eccos de Paz se
pregunta si el ambiente cohesiona, queremos plantearnos si el tema conecta a
los ciudadanos con sus autoridades y por supuesto entre los propios ciudadanos. Así mismo, nos interesa explorar en esa
relación cuáles son los valores que con mayor fuerza nos vincula a todos con el
tema ambiental.
En España las Administraciones han demostrado en muy distintas formas su compromiso por abordar los problemas que hoy afectan al ambiente y principalmente los gobiernos locales tienen un papel activo en esos temas que resultan muy significativos de estudiar y valorar, porque la proximidad que les caracteriza con los ciudadanos los hace actores estratégicos efectivos para incidir en la conducta y comportamiento del ser humano.
La encíclica Laudato Si, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, son dos hojas de ruta muy claras en cuanto a los principales desafíos globales y el papel que juega la acción humana para enfrentar las amenazas y riesgos que atentan contra el Planeta y nuestra calidad de vida.
Laudato Si, nos alerta que “La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería” (LS. Párrafo 21), suena dura esa frase cuando aborda la contaminación como uno de los grandes desafíos que enfrenta el Planeta, y en ese sentido, invita a evaluar la adopción de un modelo circular en el que podamos “limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar.” (LS Párrafo 22)
Con estas palabras la encíclica nos invita a contrarrestar la cultura del descarte, reconociendo que hay algunos avances pero que son muy lentos.
Melina Scioli, co-directora de Artículo 41, que es un proyecto a través del cual se promueve la sostenibilidad a través de estrategias de comunicación y participación, ha afirmado que la transición hacia una economía circular se ha vuelto un imperativo, pues “no podemos sostener nuestro sistema de producción y hábito de consumo y descarte. Necesitamos una cultura regenerativa que coloque a la vida en el centro y procure un ambiente sano.” [1]
¿Cómo trabajar para lograr esa cultura regenerativa?, nuevamente nos volvemos a encontrar con una solución técnica que exige de un cambio en nuestra relación con la naturaleza y en particular, evaluar el modelo de producción y gestión de recursos, bienes y servicios con el que hoy buscamos satisfacer el consumo a corto plazo.
Como bien lo señala la plataforma web Economía Circular, estamos frente a un concepto económico, que se interrelaciona con la sostenibilidad y que centra su mirada en el valor de los productos, de los materiales y de los recursos a los fines de procurar que se mantengan en la economía el mayor tiempo posible y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Un concepto que ya algunas empresas han asumido como compromiso, entre ellas IKEA, por mencionar un ejemplo entre varias, por lo tanto la teoría encuentra en la práctica testimonios que permiten validar que el modelo económico que se plantea presenta importantes beneficios económicos para la empresa, para el consumidor y permite valorar su aporte para contrarrestar la contaminación y la cultura de descarte.
Pero además de esas experiencias concretas, el Consejo de Ministros de España el 2 de junio 2020 aprobó la Estrategia Española sobre Economía Circular, y el anteproyecto de ley de residuos; pero además, hay dos ejemplos recientes que validan el compromiso de la Comunidad Autónoma de Andalucía y del Ayuntamiento de Murcia en avanzar hacia la Economía Circular, por lo tanto pareciera que las condiciones están dadas para observar, estudiar y valorar cómo las autoridades y los ciudadanos nos encontramos y vinculamos en función de este tema que nos plantea una transición a un modelo económico.
Por lo pronto, la Comunidad Autónoma de Andalucía y el Ayuntamiento de Murcia, han promovido en estos primeros 5 meses del año la consulta pública previa del proyecto de Ley de Economía Circular para Andalucía y en el caso de Murcia, se ha consultado sobre el diagnóstico de la Estrategia local de Economía Circular; en ambos casos la consulta pública ha sido un mecanismo de participación ciudadana que ha permitido un encuentro entre ciudadanos y autoridades por un tema que está claramente en la agenda y en el compromiso político de la gestión pública.
En los resultados de la consulta realizada por el Ayuntamiento de Murcia, se destaca que para la mayoría de los ciudadanos que participaron (casi 500 personas), los gobiernos locales son reconocidos como actores claves en el liderazgo para lograr la transición hacia una economía circular; esto quiere decir que además de la oportunidad que genera la consulta pública, los gobiernos locales están llamados a incidir de manera efectiva en esa transición para lo cual es imprescindible un proceso de pedagogía social que sobre el tema permita identificar aquellos valores que nos conectan y sobre ellos legitimar ese proceso de transición.
El diálogo con todos, al cual hace referencia Laudato Si y buscando que como dice ONU nadie se quede atrás, es fundamental para comprender los beneficios de un modelo de economía circular que como destaca un reportaje de la revista RETEMA [2] , supone un nuevo modelo de producción y consumo basado en compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido.
El portal web Sostenibilidad nos dice de forma muy concreta que este modelo económico, a diferencia de otros en donde prima el aspecto económico por encima del social o medioambiental, supone una sustancial mejora común tanto para las empresas como para todos los consumidores.
En ese sentido agrega, que aquellas empresas que han puesto en práctica este sistema están comprobando que reutilizar los recursos resulta mucho más rentable que crearlos desde cero. Como consecuencia de ello, los precios de producción se reducen, de manera que le precio de venta también se ve rebajado, beneficiando así al consumidor, en lo económico, como en su dimensión social y medioambiental. [3]
La referencia que encontramos en el portal web sostenibilidad nos advierte que en este modelo nuestro papel es asumir una nueva cultura como consumidores, que sin duda se complementa de forma mucho más profunda con las reflexiones de la encíclica Laudato Si, y contribuyen claramente desde lo local, desde nuestra esfera de influencia a lograr alcanzar algunos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por último, es importante destacar que ese compromiso del cual hemos hecho referencia de las Administraciones españolas, también se ve reflejado en el aporte que la Federación Española de Municipios y Provincias ha hecho al lograr presentar un documento oficial que desarrolla la estrategia local para la transición hacia una economía circular, que además, y con ocasión de la crisis sanitaria provocada por el covid-19, ha insistido en la necesidad de implantar políticas que ayuden a la transición hacia una economía circular, impulsando proyectos propios y apoyando las iniciativas ciudadanas y empresariales.
En ese sentido, no podemos ignorar que en el 2017 la Cámara de Comercio de España creó una Comisión de Economía Circular lo que evidencia un compromiso de este sector en esta materia.
En definitiva hay muchos elementos positivos que favorecen el avance de España en la transición hacia una Economía Circular. ¿Estamos los ciudadanos conscientes de ello?.
[1] El Observardor. Claves sobre la economía circular en 40 palabras. 4 de junio 2020. Online en: https://www.elobservador.com.uy/nota/claves-sobre-la-economia-circular-en-40-palabras-202064234945
[2] RETEMA. Economía Circular: definición, importancia y beneficios. 10 de abril 2018. Online en: https://www.retema.es/noticia/economia-circular-definicion-importancia-y-beneficios-ligVu
[3] Sostenibilidad para todos. ¿En qué consiste la economía circular. Recuperado el 18 de junio 2020. Online en: https://www.sostenibilidad.com/desarrollo-sostenible/en-que-consiste-la-economia-circular/