"Si supiera que el mundo se
acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol"
(Martín
Luther King).
El planeta tierra, un simple y minúsculo punto azul en el universo. En ese minúsculo punto azul, vivimos todos los seres humanos, es como bien dice el Laudato Sí, es nuestra “Casa Común” nuestra “única” casa común, por lo que podríamos basarnos en un simple -y evidente- principio e interés común, que: “todos y todas las que vivimos en él deberíamos conservarla, protegerla y lograr su sostenibilidad en el tiempo para poder continuar viviendo en ella.
Hemos visto diversos esfuerzos por organizar estrategias a nivel mundial que logren frenar el declive de la sostenibilidad del medio ambiente y las terribles repercusiones que está teniendo en el planeta, su sociedad y economía en general.
Es necesaria una CONCIENCIA colectiva sobre la necesidad de preservar el medio ambiente. Hemos perdido muchas hectáreas vivas de flora y fauna en el mundo a través de los años, las grandes guerras suscitadas en diversos rincones del mundo, los forzosos desplazamientos de cientos de miles de personas debido a las guerras, también han descontrolado al medio ambiente, se han devastado bosques por la necesidad repentina de albergar seres humanos que huyen de la desolación de sus países de origen. La utilización de bombas químicas y nucleares, la contaminación del agua dulce y de la tierra para la agricultura, la explotación excesiva de recursos naturales –renovables y no renovables- a costa de la pérdida de la biodiversidad del planeta. El descontrol del consumo y la mala gestión de residuos y desechos tóxicos para la vida en general..
Por ello, Laudato Sí -sobre la biodiversidad- nos recuerda que: “cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales y nos
alerta que la inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con
alguna acción humana”
. (LS párafo 33). De igual manera, el informe 2019
de la Plataforma Intergubernamental de la Biodiversidad y Servicios a los Ecosistemas de la ONU (IPBES) nos
dice que: “la naturaleza está en
declive global a un ritmo sin precedentes en la historia humana, y que el ritmo
de extinción de especies está acelerando”.
Y según el informe de WWF "Pérdida de la Naturaleza y Pandemias”. Un Planeta Sano por la SALUD DE la humanidad de 2020, nos indica que: “La destrucción de la Naturaleza, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático aumentan `notablemente` el riesgo de aparición de enfermedades infecciosas transmisibles al ser humano"
Son algunas de las muchas razones y argumentos que tenemos todos los seres vivos del planeta para organizarnos, como una “peña”, y lograr plantarle cara a esta problemática que se presenta en NUESTRA CASA COMÚN, y que amenaza con la extinción de la raza humana.
Algunas de las propuestas e intentos por organizar estrategias y alianzas a nivel mundial para conservar el medio ambiente y lograr la sostenibilidad han sido:
En 1992 en Río de Janeiro, se firmó “la declaración sobre el medio ambiente y el desarrollo, en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el tema. Esta declaración, reafirma “La Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, aprobado en Estocolmo el 16 de Junio de 1972”, “con el objeto de establecer una alianzas mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación entre los Estados, los sectores claves de las sociedades y las personas, procurando alcanzar acuerdos internacionales en los que se respeten los intereses de todos y se proteja la integridad del sistema ambiental y de desarrollo mundial” [1]
Además, “el 15 de diciembre de 1972, la Asamblea General aprobó una resolución A/RES/2994 (XXVII) que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente y en ella se pedía que cada año se emprendieran acciones que reafirmen la preocupación del sistema de Naciones Unidas por la protección y mejoramiento del medio ambiente”.
De igual manera, los Objetivos de Desarrollo sostenibles (ODS) de las Naciones Unidas para el año 2030, en su objetivo número 15, nos plantea : “la responsabilidad de gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de la biodiversidad”. Y una de las 9 metas de este ODS plantea que: “para el 2020 los valores de los ecosistemas y la diversidad biológica estarían integrados en la planificación nacional y local, los procesos de desarrollo, las estrategias de reducción de la pobreza y la contabilidad”.
En el caso de la Unión Europea (UE) -en esta materia- se apuesta por la “Economía Circular”. “ «Cerrar el círculo». Es lo que busca la Estrategia…, porque la economía circular mantiene el valor de un producto, los materiales y los recursos, durante el mayor tiempo posible”. “Es decir, se trata de extraer el máximo valor y uso a las materias primas, productos y residuos, fomentando el ahorro energético y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Así la economía de la UE será más competitiva y sostenible”.
Por ello, la Comisión Europea aprobó una serie de medidas al respecto “…para ayudar a las empresas y a los consumidores europeos en esa transición a una economía más sostenible” [2].
Sabemos que la actual Economía LÍNEAL, a pesar de satisfacer intereses y bienestar social, no ha sido sostenible en el tiempo, ya que su nivel de consumo es imparable, frente a la escases de recursos no renovables, y la intensidad con la que se utilizan estas materias y la energía, generando emisiones contaminantes al planeta y que lo deterioran cada vez a mayor velocidad.
Con relación a este nuevo modelo de economía “CIRCULAR”, la Fundación COTEC para la innovación, nos dice en su informe 2017 sobre la “situación y evolución de la Economía circular en España que:
“En los últimos años la Economía Circular ha sido objeto de atención creciente entre los responsables políticos y empresariales , pasando a ser una prioridad en las políticas de algunos países europeos y de la Unión Europea. La Economía Circular se presenta como una alternativa al actual modelo de producción y consumo , con el potencial de resolver retos medioambientales , al mismo tiempo que abre oportunidades de negocio y crecimiento económico . La innovación es el elemento clave para lograr la transición hacia una Economía Circular. Serán necesarias nuevas tecnologías, procesos, servicios y modelos empresariales, así como el cambio integral en los patrones de comportamiento de los consumidores [3].
De esta manera, en España, se nos presenta la oportunidad para “mejorar el uso de los recursos y aportar valor agregado a los negocios, englobando, al mismo tiempo, sostenibilidad ambiental, lucha contra el cambio climático y bienestar socioeconómico para las generaciones presentes y futuras ” [4].
Todos estos esfuerzos evidencian que esta preocupación por el medio ambiente nos cohesiona, y nos ocupa en la búsqueda de iniciativas nuevas para alcanzar el objetivo de la sostenibilidad. Así, entre todos los residentes de aquel diminuto punto azul lo estaríamos logrando, sin perder el bienestar socioeconómico actual y preservando los espacios y condiciones para el desarrollo de las generaciones futuras, ya que se necesita de una conciencia colectiva y de un cambio de conducta individual, para aunar esfuerzo y alcanzar el objetivo.
Así mismo, es importante destacar que para llegar a acuerdos y lograr la cohesión activa de la sociedad, sus empresas y políticas de gobierno, es imprescindible dar a conocer y divulgar este nuevo modelo de economía integral , que cerraría el círculo para lograr de manera sostenible el crecimiento de las economías y el bienestar social en todos los espacios del planeta sin menoscabar los recursos limitados que tenemos y manteniendo la biodiversidad y el medioambiente de nuestra casa común. Este dar a conocer activaría la participación de la ciudadanía, por medio de diversos mecanismos de participación social existentes en las diferentes comunidades, para así lograr expresar conocimientos, inquietudes y visiones sobre el tema.
De igual manera –y en este mismo sentido- es inevitable el surgimiento de conflictos o desacuerdos en el desarrollo del tema, sus políticas y estrategias, ya que vivimos en un punto azul muy diverso, en pensamientos, culturas, intereses y necesidades. Para ello, se plantea, como método alternativo y pacífico para gestionarlos, “la MEDIACIÓN AMBIENTAL”, que además aparece definida en el principio 10 de la Declaración de Río de 1992 que mencionamos al inicio del presente artículo.
En las conclusiones de un artículo escrito sobre mediación y medio ambiente en la Revista Iberoamericana de las Ciencias Biológicas y Agropecuarias dicen que: la “mediación ambiental es el complemento necesario que viene a dotar de verdadera funcionabilidad al derecho ambiental a nivel nacional e internacional, toda vez que se ha convertido en el complemento perfecto, al generar opciones menos lesivas para las partes, así como acuerdos que son tomados realmente tomados en cuenta por los mismos…” [5]
Es necesaria la escucha de los intereses y necesidades de todos los sectores de la sociedad y del planeta para que, de manera organizada y consensuada, podamos llegar a acuerdos que nos satisfagan como residentes de este punto azul del universo. A por la cohesión en esta materia medioambiental. Sé ECCos del medio ambiente.
[1] Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. División de Desarrollo Sostenible. Organización de Naciones unidas. Junio 1992. https://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/riodeclaration.htm
[2] Web oficial de la unión Europea. Artículo sobre Actualidad: “La UE apuesta fuerte por la Economía Circular” 15/02/2019. https://ec.europa.eu/spain/news/20190218_%20The-EU-is-strongly-committed-to-circular-economy_es
[3]. MORATO, Jordi (UNESCO); TOLLIN, Nicola (RECNET); JIMÉNEZ, Luis (ASYPS). Situación y evolución de la economía circular en España. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Fundación COTEC para la innovación, Madrid 2017, p.11.
[4]. MORATO, Jordi (UNESCO); TOLLIN, Nicola (RECNET); JIMÉNEZ, Luis (ASYPS). Situación y evolución de la economía circular en España. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Fundación COTEC para la innovación, Madrid 2017, p.15.
[5]. SERRANO MORÁN, José Antonio; RIVAS SANDOVAL, francisco Javier. Mediación y Medio Ambiente. Revista Iberoamericana de las Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Vol. 5, Núm. 9. Enero - Junio 2016 CIBA. Conclusiones.