La relación gobierno local y migración

Carlos Romero Mendoza • 29 de julio de 2019

El 19 de junio 2019, ECCos de Paz, en alianza con Mujer y Ciudadanía, capítulo España, abrieron una Mesa de Debate a los fines de debatir sobre la movilidad humana en España, en ella se abordó la necesidad de identificar en el diseño institucional del Estado, aquellos instrumentos técnicos-políticos que deben ser desarrollados a los fines de orientar la política migratoria en España.

En este sentido, es importante destacar que la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social , expresamente, exige a las Administraciones Públicas, la incorporación de la integración entre inmigrantes y sociedad receptora, con carácter transversal, a todas las políticas y servicios públicos, promoviendo la participación económica, social, cultural y política de las personas inmigrantes.

Además, la Ley exige la existencia de un plan estratégico plurianual, y en base al mismo, los Ayuntamientos colaborarán y coordinarán sus acciones en este ámbito, tomando como referencia sus respectivos planes de integración.

En consecuencia, hay un mandato legal para promover planes en los distintos niveles políticos territoriales, a los fines de promover una mayor integración de los migrantes en la sociedad.

Por lo tanto, aún cuando siempre se habla de la migración como un fenómeno global, no se puede ignorar que hay una importante dimensión local en la dinámica migratoria, la razón es muy clara y obvia, son las ciudades las receptoras de los migrantes, por lo tanto, son ellas las llamadas a asumir un papel mucho más concreto en los procesos sociales que puedan ser diseñados a los fines de acoger a los migrantes en los términos adecuados y justos.

Precisamente sobre la relación entre las políticas de migración y lo local, los días 25 y 26 de junio, en Túnez, se realizó un Taller sobre Migración y Gobernanza Local [1] , que fue impulsado por ONU Habitat, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) y el Instituto para el Desarrollo de Políticas Migratorias, con el objetivo de visualizar el papel de las ciudades en el diálogo entre administraciones y en la búsqueda de soluciones conjuntas ante las migraciones.

El Taller mencionado se fundamentó considerando las siguientes premisas [2] :

-La necesidad de tratar al migrante como ciudadano/a de derecho e integrarlo como tal en los servicios que desde las administraciones se ofrecen a todos;

-La complementariedad entre sociedad civil y administración local en el territorio, el rol de coordinación que debe detentar el gobierno local; y

-La importancia de la voluntad política en la construcción de una gestión amable de la migración frente a los vacíos legales y competenciales existentes en los países de tránsito y acogida de migrantes.

Y con esos criterios motivadores del Taller, se persigue contribuir con 3 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible , a saber: el objetivo 11 que persigue lograr ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; el 16 que busca promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas y por último, el objetivo 17 , que persigue revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.

El debate sobre las políticas migratorias no puede ignorar su dimensión global, y menos aún desconocer que hay una dimensión local que exige respuestas concretas de los gobiernos locales para atender el fenómeno social llamado migración.

Ese debate político, debe hacerse desde la participación y liderazgo comunitario, en el cual se deben generar procesos de coordinación para abordar los desafíos que supone [3] :

  • La gobernanza local de la migración.
  • La migración en los procesos de planificación local.
  • La migración y su participación en los procesos de participación ciudadana.
  • La migración y los servicios primordiales (salud, educación, seguridad y empleo)
  • Nuevas configuraciones urbanas

Para que este debate sea constructivo es fundamental que la migración sea vista como un fenómeno social habitual, positivo y no como obstáculo de desarrollo ; además, la participación de todos los actores sociales, principalmente las ONGs son clave en esta materia para poder superar los obstáculos que imponen los recursos financieros y técnicos de los ayuntamientos para abordar con la mayor dedicación posible las necesidades que surgen de los procesos migratorios.

La capacidad técnica, financiera y legal, son precisamente los temas que la gestión local debe abordar en su plan de integración de los migrantes y coordinar con el gobierno central en el marco de una hoja de ruta común.

Una mejor y más adecuada integración social de los migrantes sólo será posible en la medida que en ella se involucre con mayor proactividad la gestión de los gobiernos locales.

Y precisamente en la relación gobierno local y migración, hay una iniciativa bien importante que es liderada por un grupo de investigación SEPISE (Seminario de Estudios para la Intervención Social y Educativa) de la Universidad de Granada (UGR), adscrito al Dpto. de Trabajo Social y Servicios Sociales y ubicado en la Facultad de Trabajo Social (Edificio San Jerónimo), que promueve un proyecto titulado: “Trabajo social global y movilidad humana: Estudios comparados de gobernanza local y buenas prácticas de trabajo social en la región euro-mediterránea” .

El proyecto que tiene una duración de cuatro años involucra a tres países: España, Italia y Suecia, a través de una red internacional de investigación-acción conformada por cinco universidades europeas (UGR, Comillas, Florencia, Palermo, Lund), dos ayuntamientos de ciudades con importante recepción de personas migrantes (Palermo, Granada) y dos organizaciones no gubernamentales (Federación Andalucía Acoge, Fundación Nacional de Trabajadores Sociales en Italia).

Ese proyecto busca consolidar una red internacional e intersectorial de investigación-acción colaborativa orientada a identificar y difundir buenas prácticas de gobernanza local y trabajo social con personas migrantes, orientando sus esfuerzos a contribuir con la construcción de comunidades inclusivas basadas en el desarrollo sostenible y fundamentada en principios y valores de justicia social y derechos humanos. [4]

En estas líneas se han registrado dos iniciativas que exponen con gran claridad la preocupación de distintos actores por valorar y profundizar en la relación gobierno local y migración.




[2] IDEM.

[3] LA Network. Ciudades y Migrantes nuevos retos para la gobernanza local. 17 de enero 2019. Online en. https://la.network/ciudades-y-migrantes-nuevos-retos-para-la-gobernanza-local/


[4] 11-072019La UGR coordina un proyecto europeo que identificará buenas prácticas de gobernanza local y trabajo social con personas migrantes en la región euro-mediterránea. https://canal.ugr.es/noticia/ugr-proyecto-europeo-buenas-practicas-gobernanza-local-trabajo-social-personas-migrantes/

Por Carlos Romero M. 28 de mayo de 2025
En 1991 se creó la primera página web, en 1996 apareció hotmail, por lo tanto cuando el politólogo italiano, investigador y pensador Giovanni Sartori (1924-2017) escribió su obra Homo Videns, la Sociedad teledirigida, en 1997, la tecnología estaba dando sus primeros pasos. Con aquél libro, Sartori centró su atención en la televisión, su impacto en la sociedad y asumiendo que su “tesis de fondo es que el vídeo está transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra está destronada por la imagen. Al final de esa obra, Sartori llama a padres y colegios a tomar conciencia sobre el papel de la televisión y procesadores en los colegios, en tal sentido a los padres, le decía que “tendrían que asustarse de lo que sucederá a sus hijos: cada vez más almas perdidas, desorientads, anómicos, aburridos, en psicoanálisis con crisis depresivas y, en definitiva, “enfermos de vacío”. Recomendó reaccionar con la escuela y en la escuela, advirtiendo que había que vetar los televisores y procesadores en las aulas, sólo para el adiestramiento técnico y advierte que la escuela contribuye a crear al vídeo-niño en lugar de darles alternativas. “En la escuela los pobres niños se tienen que divertir. Pero de este modo no se les enseñará ni siquiera a escribir y la lectura va quedando cada vez al margen.” En un texto que considero fácil de leer, en más de 20 capítulos cortos, uno de ellos se lo dedicó exclusivamente al “Internet y cibernavegación” y allí quiero destacar varias ideas que aportó Sartori: En primer lugar, con claridad pudo visualizar que con el avance tecnológico las nuevas fronteras serian el ciberespacio y su lema “ser digitales” y que los “chicos y chicas de hoy”, recordemos que era el año 1997, serian “cibernautas prácticos. En segundo lugar, advirtió que si bien internet debería estimular el crecimiento cultural, en la práctica, podría suceder lo contrario. “Sea como fuere, para los comunes mortales la navegación cibernética es sólo una especie de vídeo-juego. Y si toman esta navegación demasiado en serio, los cibernautas «comunes» corren el riesgo de perder el sentido de la realidad, es decir, los límites entre lo verdadero y lo falso, entre lo existente y lo imaginario. Para ellos todo se convierte en trampa y manipulación y todo puede ser manipulado y falseado.” Entonces afirmó categóricamente que “la facilidad de la era digital representa la facilidad de la droga” y agregó, que la diferencia entre el bien y el mal en ese ciberespacio, estará definida por el mismo usuario, según las razones que le motiven para conectarse al entorno digital”; el internet, decía Sartori podría estimular el crecimiento cultural, pero en la práctica no lo es, porque no todos sus usuarios buscan el conocimiento en internet. Coincide con Sartori, Garry Kasparov, reconocido ajedrecista y embajador de Seguridad de AVAST, quien 10 años después, en un artículo publicado en el 2017, advirtió que internet podría servir para crear, adquirir y distribuir datos, pero también podría ser utilizada para influenciar, monitorizar y perseguir. Esos usos son las dos caras de una misma moneda. La tecnología es agnóstica, dice Kasparov, su poder para promover el bien o mal depende de quien la controle y advierte que como siempre, es una cuestión de valores, las “potencialidades del internet son infinitas, para el bien y para el mal”, afirmó Sartori. Héctor Juanatey en un artículo publicado en el portal Huffpost el 6 de abril 2025, permite reflexionar una de las caras de la moneda llamada internet a través de la serie Adolescencia, y nos dice que la serie de Netflix se "muestra cómo el entorno puede llegar a favorecer, sin quererlo, una evolución violenta. El problema es que hay, como Andrew Tate, personas y movimientos que desean y abogan por este proceso extremista, aprovechándose de jóvenes como Jamie, el protagonista de la serie. Y las grandes plataformas tecnológicas tienen buena parte de responsabilidad." (3) Para Juanatey, la serie se enfoca en las perspectiva de los menores, sus familias y entorno y no lo hace en esos que se aprovechan de la sensación de aislamiento y soledad cuando los niños o adolescentes ocultan su sufrimiento en Internet. El personaje Jamie tiene 13 años, por lo tanto debió haber nacido en el año 2011 o 2012, por lo que pertenece a un período que va va desde el 2010 hasta el 2015, calificado por Jonathan Haidt, autor de un libro titulado La Generación Ansiosa, "la Gran reconfiguración de la infancia", a partir de entonces "los patrones sociales, los modelos de conducta, las emociones, la actividad física e incluso los patrones de sueño de los adolescentes experimentaron una reestructuración radical en el transcurso de sólo 5 años(4). El personaje Jamie si bien no era adolescente en ese período, nace en una sociedad con patrones fuertemente influenciado por una mundo tecnológico que venía arropando más y más a todos en la sociedad, en la cual tanto niños como adultos, aprendían en paralelo, cada uno con su nivel de madurez respectivo a coexistir entre el mundo online y el mundo offline en la dinámica diaria, de alguna forma, ante lo desconocido, los niños de entonces y los adultos quedaron desprotegidos frente a los efectos de la redes sociales y de aquellos que buscan aprovecharse de las ventajas y fortalezas que aportan las redes sociales y el mundo online en general. En otras palabras Jamie representa una generación que no logra comprender el mundo sin la comodidad y beneficios que la tecnología aporta, que además, la hace tan atractiva que como adultos permitimos que nos arrope en el día a día y que se acerque a los más pequeños para ocuparlos o que se entretengan. La serie Adolescencia nos expone una realidad que no es otra que las amenazas que existen en el mundo online y que hoy ponen en riesgo la salud psicológica de nuestros adolescentes; para mís padres, su preocupación estaba en saber con quién estábamos y en qué lugares frecuentábamos a los amigos, ante la amenaza de la droga, pero al final, la casa era el espacio relativamente seguro frente a los riesgos del exterior. Pero ahora, con la tecnología, los riesgos ya están en la casa, son incluso invisibles y desconocidos, pero entran sin permiso, tan pronto el usuario de un móvil, sean niño, adolescente o incluso adulto, decida aventurarse por las redes a explorar lo desconocido. Creo que así como Arnaldo García Pérez, psicólogo y mentor de desarrollo, nos habló en un artículo de colaboración a Eccos de Paz, titulado Hijos que no hablan y Padres que no escuchan, de la necesidad de comunicarnos y acercarnos a los adolescentes, formulando algunas preguntas que debíamos revisar como padres para ver qué tan preparados o dispuestos estamos a ello; debería escribir una nueva versión, en la cual debería plantearse “Hijos que no hablan por estar conectados al mundo online y los Padres que no escuchan por estar conectados a ese mismo mundo online.” En el año 1997 la cultura escrita fue destronada por lo visual, dijo Sartori; 3 décadas después, podríamos decir entonces que experimentamos una etapa en la cual ¿lo presencial fue destronado por lo virtual y la soledad potenciada facilitando el camino a esas amenazas que se aprovechan de la soledad de muchos, no sólo de los adolescentes? Creo que Adolescencia, es una serie que expone una realidad que enfrenta la generación actual de adolescentes, quienes siguen siendo tan vulnerables como lo fuimos en su momento, y así como antes necesitamos del acompañamiento de los padres, hoy sigue siendo una necesidad, pero ahora con el ingrediente que el mundo online puede ser bueno o malo, según nuestros hijos se dejen atrapar y/o nosotros les dejemos arropar o arroparnos. 1. SARTORI, Giovanni. Homovidens. La Sociedad Teledirigida. Taurus. Septiembre 1998. Página 11 2. IDEM Página 150. 3. Idem. Páginas 53-61 4. KASPAROV, Garry. El poder de la tecnología para promover el bien o el mal depende de quien lo controla. 9 de enero 2071. Online en: https://blog.avast.com/es/el-poder-de-la-tecnologia-para-promover-el-bien-o-el-mal-depende-de-quien-la-controla 5. JUANETEY, Héctor. El problema no es Jamie, el protagonista de 'Adolescencia', sino quienes se aprovechan de él y de la soledad de los jóvenes. 06 de abril 2025. En: HUFFPOST Online en: https://www.huffingtonpost.es/politica/el-problema-jamie-protagonista-adolescencia-quienes-aprovechan-el-soledad-jovenes.html
Por Arnoldo García Pérez 18 de mayo de 2025
Muy pocas veces, encontramos enseñanza directa, o por lo menos, la oportunidad de reflexionar sobre nuestros pasos a través de lo que nos muestran los medios. Desde hace poco tiempo, se proyecta en la red de Netflix una película que ha despertado innumerables reacciones y a hecho que mas de uno se remueva en su asiento, ante la incomodidad que se hace latente en su mente. Me refiero a la serie ADOLESCENCIA. Adolescencia es una miniserie de drama criminal creada por Jack Thorne y Stephen Graham, dirigida por Philip Barantini. La trama gira en torno a Jamie Miller, un niño de 13 años arrestado por el asesinato de una compañera de clase. La serie no se centra en resolver el crimen, sino en explorar los complejos desarrollos de los personajes y las motivaciones detrás de sus acciones. Aborda temas profundos y actuales: desde la Violencia juvenil y misoginia, la Influencia de las redes sociales, el archiconocido Bulling, y sobre todo la Responsabilidad parental, cuestionando el papel de los padres en la supervisión y orientación de sus hijos en la era digital y haciéndose la gran pregunta de ¿Dónde estábamos? Cuando se fue incubando todo eso. Y es allí donde me quiero enfocar… Mucho de lo que sentimos como padres frente a nuestros hijos adolescentes tiene raíces en nuestra propia historia. Por eso, educar también es una oportunidad de sanarnos, de comprendernos, de revisar nuestras heridas no resueltas. Solo nos basta con echar una mirada hacia el pasado para definir el término “adolescencia”. No es como otras cosas en la vida, sino que esta es una etapa por la que todos hemos pasado y que muchas veces no valoramos como experiencia, o solo no la recordamos desde nuestra óptica pasada de jóvenes, y la cuestionamos como padres y adultos. En esta etapa, el lenguaje cambia. Lo verbal se entrelaza con lo gestual. Los adolescentes muchas veces no dicen lo que sienten, pero lo muestran. A través de su mirada, sus gestos, sus cambios de humor, sus elecciones. ¿Estamos leyendo esos mensajes? La escucha activa se vuelve vital. Escuchar sin interrumpir, sin apurar consejos, sin convertir todo en corrección o advertencia. A veces, solo necesitan que los escuchemos sin juzgar, que hagamos silencio con ellos, que seamos refugio. Acompañar a un hijo en su adolescencia no es tener todas las respuestas, sino animarse a hacerse preguntas. Preguntas reales, sin filtros. Preguntas que duelen a veces, pero que abren la posibilidad de mejorar el vínculo. Quizás la más importante de todas sea: ¿Cómo puedo ser un adulto confiable para mi hijo, incluso en sus momentos más difíciles? Está claro que cometeremos errores. Desde nuestra perspectiva como padres, posiblemente muchos de nosotros perdimos enormes oportunidades de allanar esos caminos y tender puentes de amor y comprensión, sin embargo, muchos otros están a tiempo de reconducir el camino y replantearse estrategias de acercamiento, basadas en la empatía y la asertividad, en el reconocimiento de sus sentimientos y valores, en el respeto por sus experiencias y vivencias, pero sobre todo, bajo la creencia firme que no es la imposición de ideas, sino la apertura hacia nuevas vías, incluido el silencio, la manera mas optima para estar allí. Solo eso…estar allí y aportar de mágicas maneras. Adolescencia es una serie impactante que ofrece una mirada cruda y realista sobre los desafíos de la adolescencia en la era digital. Es una herramienta valiosa para padres, educadores y profesionales que buscan entender y apoyar mejor a los jóvenes en su camino hacia la adultez.​ Sería interesante poder reflexionar y respondernos: ✓ ¿Qué me está diciendo mi hijo/a más allá de las palabras? ✓ ¿Estoy escuchando con juicio o con curiosidad? ✓ ¿Qué cosas de mi propia adolescencia aparecen cuando me enojo o me frustro con mi hijo/a? ✓ ¿Estoy acompañando el crecimiento de mi hijo/a o lo estoy intentando moldear según mis propios temores? ✓ ¿Cuánto espacio le doy a su autonomía y cuánto necesito sentir control? ✓ ¿Le hablo como a un par, como a un niño o como a alguien que está buscando quién es? ✓ ¿Estoy disponible emocionalmente o solo estoy "cumpliendo" un rol? ✓ ¿Estoy respetando sus silencios sin resignar la disponibilidad para cuando necesite hablar? ✓ ¿Confío en su criterio en construcción o necesito que piense como yo para sentir tranquilidad? ✓ ¿Conozco sus amigos, se que visita en internet, monitoreo la escuela? Conocer las respuestas a estas interrogantes, nos ayudará en el plano personal, reforzará nuestro rol como padres y nos acercará como amigos de nuestros hijos. Suerte con ello. Saludos Arnaldo García Pérez @arnaldogarciap
Por Bárbara Puglisi 11 de mayo de 2025
En los últimos años, el concepto de violencia ha evolucionado de formas que desafían las percepciones tradicionales sobre agresión y conflicto. La serie Adolescente de Netflix nos sumerge en una realidad inquietante: las nuevas generaciones enfrentan formas de violencia que trascienden lo físico y se manifiestan en el ciberespacio, en las relaciones interpersonales y en la presión social de una era hiperconectada.​ La narrativa de Adolescente expone la normalización de la violencia psicológica y emocional. En un mundo donde la validación social se mide en "me gusta" y seguidores, los jóvenes experimentan una presión constante por encajar en estándares irreales. La serie retrata cómo el acoso escolar ha mutado hacia el ciberacoso, donde las humillaciones públicas y la difusión de rumores pueden destruir la autoestima de un adolescente en cuestión de minutos. Lo que antes quedaba dentro de los muros de una escuela, ahora se propaga por redes sociales con una velocidad imparable.​ Otro punto crucial que aborda la serie es la violencia dentro de las relaciones afectivas entre jóvenes. El control emocional disfrazado de "cuidado" y la manipulación psicológica se presentan como signos de amor, generando una dinámica tóxica que muchas veces no se percibe como violencia. La serie pone en evidencia la falta de educación emocional en las nuevas generaciones y la necesidad de redefinir lo que significa una relación sana.​ Además, Adolescente no solo refleja cómo la violencia adopta nuevas formas, sino también cómo la indiferencia institucional agrava el problema. Docentes, padres y autoridades aparecen desbordados ante situaciones que ya no saben cómo manejar. La brecha generacional impide una comunicación efectiva, dejando a los adolescentes solos frente a un mundo donde las reglas del juego cambian constantemente.​ La serie invita a una reflexión profunda sobre el papel de la sociedad en la prevención de la violencia juvenil. Urge una mayor alfabetización digital, educación emocional y espacios de diálogo para que las nuevas generaciones puedan desenvolverse en un entorno que no solo es desafiante, sino también potencialmente peligroso.​ Netflix, con Adolescente, no solo nos entrega una historia atrapante, sino también un espejo en el que deberíamos mirarnos. La violencia ha cambiado de rostro, y es momento de que nosotros también cambiemos la forma en que la combatimos.​ Índices de violencia en adolescentes en España La violencia entre adolescentes en España ha mostrado tendencias preocupantes en los últimos años. Según datos del Ministerio del Interior, los delitos cometidos por menores han experimentado un incremento del 5% en 2023 en comparación con el año anterior. Entre estos, los casos de ciberacoso y violencia de género en adolescentes han tenido un aumento significativo, reflejando la creciente incidencia de nuevas formas de violencia en la juventud.​ El entorno digital ha facilitado la aparición de nuevas manifestaciones de violencia sexual entre adolescentes. Un estudio realizado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud en 2024 revela que el 60,6% de las jóvenes españolas ha sufrido alguna forma de violencia sexual digital. Las formas más comunes incluyen la recepción de contenido sexual no consentido (22,1%) y el acoso por el aspecto físico (21,3%). Además, el 16,6% de los encuestados mencionó haber sido acosado por una persona adulta siendo menor de edad, y el 13,9% indicó haber sido presionado para enviar fotos o vídeos de tipo sexual. Estos datos ponen de manifiesto la urgencia de abordar la violencia sexual digital y la necesidad de implementar medidas educativas y preventivas que protejan a los adolescentes en el entorno digital. ​ La serie Adolescente de Netflix refleja estas problemáticas, mostrando cómo las redes sociales pueden convertirse en herramientas de control, manipulación y abuso. La facilidad con la que se pueden compartir imágenes íntimas sin consentimiento y la presión para conformarse a ideales inalcanzables contribuyen a un entorno donde la violencia sexual digital se normaliza.​ Es esencial que la sociedad tome conciencia de estas nuevas formas de violencia y trabaje en conjunto para educar a las nuevas generaciones sobre el uso responsable de las tecnologías, el respeto mutuo y la importancia del consentimiento en todas las interacciones. Solo así podremos aspirar a un entorno digital seguro y saludable para nuestros adolescentes.​ Prevención de la violencia adolescente: el papel clave de padres y docentes La serie Adolescente de Netflix expone una realidad preocupante: la violencia entre jóvenes ha evolucionado y adoptado nuevas formas, muchas de ellas potenciadas por las redes sociales y la hiperconectividad. Ante este panorama, la prevención y educación por parte de padres y docentes es crucial para proteger a los adolescentes y promover un entorno seguro y saludable. 1. Comunicación abierta y sin juicios Uno de los principales problemas que se evidencian en la serie es la desconexión entre adultos y adolescentes. Los jóvenes enfrentan situaciones de violencia psicológica, acoso y manipulación sin sentirse comprendidos o respaldados. Para prevenir esto, es fundamental que los padres y docentes fomenten un diálogo abierto y sin prejuicios. Esto implica: • Crear un ambiente de confianza donde los adolescentes puedan expresar sus inquietudes sin miedo a ser castigados o juzgados. • Escuchar activamente sus problemas y preocupaciones en lugar de minimizar o ignorar sus experiencias. • Preguntar sobre su vida digital, amistades y relaciones sin ser intrusivos. 2. Educación en el uso responsable de las redes sociales El ciberacoso y la violencia digital son algunas de las problemáticas más visibles en Adolescente. Para evitar que los adolescentes sean víctimas o perpetradores de estos actos, los adultos deben: • Enseñar a los jóvenes a reconocer y evitar conductas tóxicas en internet. • Fomentar la empatía digital, haciendo que comprendan el impacto que pueden tener sus palabras y acciones en línea. • Establecer normas claras sobre el uso de redes sociales y dispositivos electrónicos. • Supervisar discretamente la actividad en internet sin invadir su privacidad, utilizando herramientas de control parental cuando sea necesario. 3. Educación emocional y prevención de la violencia en relaciones afectivas La serie también muestra cómo las relaciones afectivas en la adolescencia pueden convertirse en un espacio de violencia psicológica y manipulación. Para prevenir esto, es clave que los adolescentes reciban educación emocional desde temprana edad. Los adultos deben: • Enseñarles a identificar relaciones tóxicas y signos de manipulación. • Hablar sobre la importancia del respeto, el consentimiento y la autonomía personal. • Fomentar la autoestima y la confianza en sí mismos para evitar que toleren situaciones de abuso. 4. Intervención temprana ante señales de violencia En Adolescente, muchas situaciones de violencia podrían haberse evitado si los adultos hubieran intervenido a tiempo. Para prevenir hechos similares en la realidad, los padres y docentes deben estar atentos a señales de alerta, como: • Cambios drásticos en el comportamiento del adolescente (aislamiento, ansiedad, agresividad, desinterés por actividades que antes disfrutaba). • Bajo rendimiento escolar sin una razón aparente. • Miedo o incomodidad al usar redes sociales. • Relación con amistades o parejas que muestren actitudes posesivas o controladoras. Si se identifican estas señales, es fundamental actuar de inmediato mediante el diálogo y, si es necesario, buscar apoyo profesional. 5. Fomentar valores de convivencia y respeto Finalmente, la mejor forma de prevenir la violencia es inculcar valores de respeto, empatía y convivencia desde la infancia. Esto se logra a través del ejemplo, el refuerzo positivo y la promoción de espacios donde los jóvenes puedan expresar sus emociones de forma saludable. La serie Adolescente nos muestra un reflejo de los peligros que enfrentan las nuevas generaciones, pero también nos da la oportunidad de reflexionar sobre el papel de los adultos en la prevención de estas situaciones. Padres y docentes no solo deben reaccionar ante la violencia, sino adelantarse a ella con educación, comunicación y apoyo constante. La clave está en brindar herramientas a los adolescentes para que puedan enfrentar los desafíos del mundo actual con seguridad y confianza.
Por Carlos Romero Mendoza 5 de mayo de 2025
Hay dos opiniones de medios en Reino Unido, que me han llamado la atención, una de ellas califica la serie Adolescencia como lo más cercano a la perfección televisiva en décadas, según Lucy Mangan de The Guardian y para Jake Kanter de Dealine, es lo más impecable que ha visto. “Se te queda en la mente mucho después de que terminen los créditos. Una serie asombrosa". Saiz David, en El Economista, nos dice que cada entrega de una hora de la serie es una “función teatral perfecta. Una coreografía coreografía tan brillante como amarga para dar al espectador cuatro bofetones de realidad incómoda. Cuatro andanadas para poner al público a reflexionar ante esos problemas que siempre están ahí, muchas veces en la casa de al lado, pero a los que nadie quiere mirar de frente. Se vive mejor cuando uno se pone de perfil y cruza los dedos para que no le toque.” Por su parte, José Madrid en Vanitatis, El Confidencial, nos presenta la serie como un “mosaico complejo, adulto y artísticamente desafiante lleno de cuestiones que nos preocupan en 2025”. Es un espejo delante, nos dice Madrid, para intentar abordar algunas preguntas cuyas respuestas puede que no nos gusten, ella son: 1.⁠ ⁠¿Estamos mirando hacia otro lado cuando se trata de educar en armonía con las redes sociales? 2.⁠ ⁠¿La masculinidad tóxica sigue más presente en nuestra sociedad de lo que queremos admitir? 3.⁠ ⁠¿Por qué los patios de colegio cada vez se parecen más a 'Gossip Girl' que a 'La casa de la pradera'? Además de los comentarios buenos sobre la serie, hay 5 temas que captan mí atención e interés en ver la serie, ellos son: 1.-​El acompañamiento a los adolescentes En este sentido, la educadora social experta en adolescentes, Sara Desirée Ruiz, en su Instagram nos dice que la serie puede “servir para reflexionar sobre cómo se está acompañando a la adolescencia, los retos actuales que tenemos como siciedad y el papel que juega la tecnología y el entorno en las vidas de las personas adolescentes que nos rodean”. Invita a verla con una mirada crítica y no caer en la simplificación. 2.- ​El papel de los colegios, de la casa y de las redes sociales En el Diario.es, Laura Pérez, nos dice que “Adolescencia debería ser una serie de visionado obligatorio para padres e hijos no es por su estilo, sino por su temática. Y no precisamente porque esta situación de extrema gravedad sea común en toda familia, sino por las enseñanzas de calado que deja en sus cuatro entregas” La serie retrata el clima en el que se 'cultivan' las nuevas generaciones. En sus propias casas, con los roles que sus padres muchas veces reproducen de manera inocente o inconsciente. Y en los colegios e institutos, donde los perfiles que adquiere cada uno en esa época de formación acaba marcando. Además, la serie pone de relevancia el caldo de cultivo de las redes sociales y cómo pueden ser una herramienta feroz de bullying entre los menores que acceden a ellas sin control ni supervisión. La Investigadora de la Universidad Complutense Elisa García-Mingo. Coautora de varios estudios sobre jóvenes y mundo digital entre los que se encuentra Jóvenes en la manosfera (FAD), nos dice que “la serie pone de relieve que no estamos mirando lo suficiente ni en el lugar adecuado” haciendo referencia a las redes sociales más utilizadas por los adolescentes y nos advierte que”gran parte de la sociabilidad de los jóvenes sucede ahí y que la serie muestra la “vida híbrida”: que lo offline y lo online no está separado, es un continuo en el que “lo uno moldea a lo otro”. 3.- ​La regulación de las redes como respuesta Para el Psicólogo Roger Ballescà los jóvenes se relacionan en un espacio virtual en el que hay muy poca presencia de adultos y considera que “nos hemos confundido” al creer que un ordenador o un teléfono es un televisor cuando en realidad no tienen nada que ver porque la tele es una ventana y un ordenador es una puerta que te puede llevar a problemas “muy gordos”. Cree que la serie plantea la realidad de que es necesaria una regulación digital y se pregunta que si no dejamos que un niño entre en un sex shop “¿por qué lo puede hacer en Internet? 4. ​¿Hemos dejado solos a nuestros adolescentes? El Psicólogo mencionado, califica la serie como “impactante” porque invita a pensar y nos dice que la misma hace un “cuestionamiento de dónde están los adultos” y deja en evidencia la falta de autoridad existente en casa y en la escuela. ”Los hemos dejado solos”, lamenta. La historia describe a una familia medianamente estructurada que podría ser “la de cualquiera de nosotros”. 5.-​El debate abierto sobre una realidad que podría ser desconocida para muchos La actriz Erin Doherty, que da vida a una psicóloga infantil en la serie nos dice que a través de la serie se quiere mantener un debate abierto, una conversación en el que puedan participar padres, tías, tíos e incluso amigos sobre uno de los temas que aborda la serie: la ira masculina. ¿Es cierto todo lo que aborda la serie, o está por otro lado siendo malinterpretada por ciertos sectores?, se pregunta Juanma González en un artículo publicado en Libertad Digital. La serie que califica de brillante en lo técnico y maravillosamente interpretada, da para un debate político y social. Carlota Fuminaya, en un artículo en ABC Familia expone que para determinados educadores y expertos en Salud Mental en España la obra es ambiciosa, impactante, brutal, indispensable… y recomiendan encarecidamente que los padres la vean con sus hijos, pero para otros es irreal, no es representativa de lo que ocurre en España y, además, asusta y mucho a los progenitores que la visualizan. Sin duda hay que verla, y que el debate nos permita sacar nuestras propias conclusiones.
Por Bárbara Puglisi 25 de noviembre de 2024
Cuando un hijo es víctima de violencia escolar o, por el contrario, actúa como agresor, los padres juegan un papel esencial para abordar y prevenir estos problemas desde casa. La respuesta de los padres puede marcar una gran diferencia en el bienestar y desarrollo de sus hijos, y también en la resolución efectiva de la situación dentro y fuera del entorno escolar. Si el hijo es víctima, es importante que los padres ofrezcan un espacio seguro para que pueda expresar sus sentimientos sin temor a ser juzgado. Validar sus emociones le permite sentirse apoyado y comprendido, lo cual es crucial para su recuperación emocional. Sin embargo, es fundamental evitar reacciones impulsivas y, en su lugar, seguir un proceso formal con la escuela para encontrar una solución pacífica. Además, los padres deben colaborar con la institución educativa, buscando la intervención adecuada a través de reuniones con maestros y consejeros. Esto ayuda a construir una red de apoyo y aumenta la probabilidad de una resolución exitosa del conflicto. A la par, fomentar la resiliencia y la confianza en el hijo mediante actividades extracurriculares refuerza su autoestima y le da herramientas para enfrentar la adversidad. En algunos casos, si la situación persiste o afecta profundamente al niño, considerar el apoyo de un profesional, como un psicólogo infantil, puede ser beneficioso. Cuando el hijo es el agresor, los padres deben reconocer y aceptar el comportamiento para abordarlo de manera efectiva. La negación solo retrasa una intervención útil, y es esencial dialogar con el hijo para comprender las causas de su conducta. Los niños pueden recurrir a la agresión por diferentes razones, como dificultades emocionales o problemas en el hogar, y entender estas causas permite a los padres trabajar en una solución de raíz. Implementar consecuencias claras y justas que se enfoquen en el aprendizaje y la empatía, como pedir disculpas o reparar el daño causado, ayuda al niño a asumir responsabilidad. Al mismo tiempo, fomentar la empatía y las habilidades sociales mediante la reflexión y actividades de colaboración permite al hijo desarrollar comportamientos positivos. Si la agresión persiste, los padres pueden considerar el apoyo de un profesional para ayudar al niño a gestionar sus emociones de manera adecuada. Desde una perspectiva preventiva, tanto si el hijo es víctima como si es agresor, es fundamental promover una comunicación abierta en el hogar. Crear un entorno donde los hijos puedan hablar sobre sus experiencias en la escuela puede evitar que problemas de violencia se mantengan en secreto. Educar sobre el respeto mutuo y la resolución pacífica de conflictos desde una edad temprana refuerza el aprendizaje en el hogar, y los padres pueden usar juegos de rol o actividades prácticas para ensayar respuestas pacíficas ante situaciones difíciles. También es relevante supervisar el uso de la tecnología, dado que la violencia escolar puede manifestarse virtualmente. Enseñar a los hijos sobre el respeto en redes sociales y establecer límites claros en el uso de dispositivos ayuda a prevenir el ciberacoso. Además, establecer normas de disciplina en casa con reglas coherentes y consecuencias claras fomenta el autocontrol y el respeto hacia los demás. Finalmente, los padres deben actuar como modelos a seguir, mostrando cómo manejar conflictos y tratar a los demás con empatía. La violencia escolar es un problema complejo que requiere un enfoque integral y, tanto si el hijo es víctima o agresor, el apoyo y la guía desde el hogar son claves para una intervención efectiva. Al actuar de manera reflexiva y proactiva, los padres pueden ayudar a sus hijos a superar estos desafíos, enseñándoles habilidades que les serán útiles en su vida presente y futura. Cuando los padres descubren que su hijo ha sido víctima de agresión escolar o ha actuado como agresor, se deben tomar acciones específicas para gestionar el problema de manera adecuada y constructiva. Abajo se detallan procedimientos y acciones concretas que los padres pueden seguir en cada caso. Cuando el hijo ha sido víctima de violencia escolar Crear un Espacio Seguro de Comunicación: Es fundamental que el niño se sienta cómodo para hablar sobre lo que le ha ocurrido. Los padres deben hacer preguntas abiertas y escuchar activamente, evitando interrumpir o juzgar. Pueden usar preguntas como: "¿Cómo te sentiste cuando eso ocurrió?" o "¿Qué piensas que podría ayudar en esta situación?". Documentar los Incidentes: Los padres deben registrar los detalles de cada incidente, incluyendo las fechas, los nombres de las personas involucradas y cualquier impacto visible o emocional en el niño. Esto es útil para dar contexto y evidencia a la escuela o autoridades si fuera necesario. Contactar a la Escuela: Programar una reunión con el personal educativo (maestros, orientadores y directores) para discutir el problema y conocer las medidas de seguridad que la escuela implementará para proteger al niño. Es esencial que los padres pidan un plan de acción concreto de la institución para abordar la situación y prevengan futuras agresiones. Ofrecer Apoyo Emocional y Terapéutico: La violencia escolar puede tener un impacto emocional duradero. En algunos casos, es aconsejable buscar ayuda profesional, como un terapeuta o consejero especializado en niños y adolescentes, que pueda ayudar al niño a procesar sus emociones y fortalecer su autoestima. Enseñar Habilidades de Asertividad y Autodefensa Verbal: Los padres pueden enseñar a sus hijos habilidades para responder de manera asertiva en situaciones de conflicto, como técnicas para decir "no" con firmeza o ignorar provocaciones. Esto no significa que se fomenten respuestas violentas, sino que el niño pueda proteger su dignidad y sentirse seguro. Fomentar Actividades Fuera de la Escuela: Involucrarse en actividades extracurriculares, como deportes, artes o clubes de interés, permite al niño construir relaciones positivas fuera del entorno escolar y mejorar su autoestima en un contexto seguro y de apoyo. Cuando el hijo es el agresor en casos de violencia escolar Aceptar y Abordar el Comportamiento: Aunque puede ser difícil, los padres deben reconocer la conducta del hijo sin minimizarla ni justificarla. La negación solo empeora la situación y retrasa las soluciones efectivas. Se recomienda hablar con el niño para entender qué lo llevó a actuar de esa forma, sin confrontarlo agresivamente. Establecer Consecuencias Claras y Constructivas: Implementar consecuencias específicas que hagan al niño reflexionar sobre su comportamiento. Estas pueden incluir disculparse directamente con la persona afectada o participar en actividades que fomenten la empatía, como el voluntariado. Las consecuencias deben estar orientadas a que el niño aprenda y repare el daño causado. Trabajar la Empatía y la Responsabilidad: Los padres pueden fomentar actividades o ejercicios que ayuden al niño a entender cómo se siente la persona a la que ha agredido. Algunas prácticas incluyen lecturas sobre empatía, ver videos o películas que muestran las consecuencias del acoso, y discutir juntos cómo podría haberse manejado la situación de manera diferente. Reforzar el Diálogo y la Comunicación Positiva: Hablar abiertamente sobre el respeto, el valor de la diversidad y la importancia de resolver conflictos de manera pacífica es crucial para modelar un comportamiento positivo. Los padres pueden realizar juegos de rol con el hijo para enseñarle a manejar situaciones tensas sin recurrir a la violencia. Monitorear y Supervisar las Interacciones del Hijo: Prestar atención a cómo el hijo se comunica y relaciona con sus compañeros dentro y fuera de la escuela. En casa, es importante mantener un ambiente libre de violencia, ya que el comportamiento agresivo de un niño puede ser un reflejo de las dinámicas familiares. Buscar Apoyo Profesional si es Necesario: En casos donde el comportamiento violento persiste o es grave, un psicólogo infantil o un consejero puede trabajar con el niño para gestionar sus emociones y encontrar la raíz de su agresión. El tratamiento temprano ayuda a evitar que el comportamiento empeore o se convierta en un patrón a largo plazo. Acciones Preventivas Generales para Ambos Casos: Promover la Educación Emocional y la Resolución de Conflictos: Inculcar en el hogar habilidades de comunicación y manejo emocional ayuda a los niños a expresar sus sentimientos de manera saludable. Los padres pueden realizar actividades semanales donde todos en la familia compartan cómo se sienten y escuchen activamente. Establecer Límites de Conducta Consistentes: Tener reglas claras sobre el respeto y la convivencia en el hogar fomenta que los hijos aprendan a respetar los límites de los demás. Las reglas deben ser coherentes y aplicarse de manera justa para que los hijos comprendan las consecuencias de sus acciones. Involucrarse en la Vida Escolar del Hijo: Mantenerse informado sobre el entorno escolar del hijo, sus amigos y actividades, permite a los padres detectar problemas de manera temprana. Participar en reuniones de padres, eventos escolares y mantener comunicación con los profesores es vital. Fomentar el Uso Responsable de la Tecnología: Como la violencia escolar también puede darse en línea, los padres deben educar a sus hijos sobre el respeto en redes sociales y el ciberacoso. Establecer límites en el tiempo de pantalla y supervisar las redes sociales ayuda a prevenir comportamientos agresivos y a proteger al niño de ser víctima en entornos virtuales. La violencia escolar requiere un enfoque activo y consciente por parte de los padres, ya que ellos son los principales modelos a seguir para sus hijos. Con estos pasos, se busca no solo manejar la situación, sino también inculcar valores que prevengan futuros conflictos y fomenten una convivencia respetuosa y saludable.
Actores para enfrentar la violencia escolar
Por Carlo Romero Mendoza 11 de noviembre de 2024
¿Están nuestros centros educativos, su personal administrativo y docente, así como los padres y madres, tutores y representantes legales de los niños preparados para responder ante la violencia escolar? Desde la experiencia de la Asociación Trencats contra la Violencia Escolar con las denuncias que reciben en esta materia, perciben que los centros escolares permanecen inactivos, las administraciones callan o muestran una preocupante convivencia, agresores que actúan sin consecuencia y víctimas que sufren una doble victimización: primero, a manos de sus agresores, y después, por inacción de un sistema que debería protegerlas. En el marco del Día Internacional contra la Violencia Escolar que se celebra cada primer jueves de noviembre, la Asociación Trencats, elevó su voz de reclamo porque ante las denuncias que se hacen, los afectados son referidos a un inspector de educación, quienes, afirman la Asociación, carecen de herramientas efectivas para expedientar a docentes que, de manera consciente y reiterada, incumplen sus funciones en cuanto a la protección y supervisión de los niños. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en su artículo 153.e, nos recuerda la mencionada Asociación, reconociendo a los inspectores de educación como agentes para cumplir la función de inspección educativa, les faculta para levantar informes y hacer requerimientos a las autoridades escolares ante incumplimientos a la aplicación de las normativas en los centros educativos, y precisamente, la existencia del protocolos para atender los casos de violencia escolar, es parte de ese conjunto de normas que deben existir en los centros escolares, ello por mandato de la misma Ley de Educación. Sobre el inspección educativa, el artículo 151 de la Ley Orgánica de Educación, permite identificar algunas funciones que considero representan un marco institucional útil para vincular la labor del inspector de educación con la prevención y respuesta frente a la violencia escolar; por supuesto, es necesario profundizar en esa materia porque sin duda en la práctica de esa función de inspección habrán elementos que permitirán reafirmar, revisar o incluso, desechar el papel de los inspectores en esta materia; lo que no quiere decir, que se excluya, al menos para el debate, otra figura que institucionalmente han creado para abordar en gran medida la previsión de la violencia en los centros escolares, me refiero al Coordinador de Bienestar y Prevención que debe existir en cada centro escolar. Sobre la función de inspección educativa, como ya lo mencioné, identifico en las siguientes atribuciones, el marco para el debate sobre el papel del Inspector de Educación en materia de violencia escolar, ellas son: 1.-​ La inspección educativa supone la supervisión de la práctica docente, de la función directiva y la colaboración en su mejora continua. Ese mandato de Ley les permite a los inspectores de educación, observar y conocer sobre las acciones y medidas que se toman en el colegio para que la prevención sea una linea de trabajo para enfrentar la violencia escolar, tanto en la dinámica diaria como en la pedagógica al recomendar el uso de la tecnología, procurando así, colaborar con hacer de los centros escolares un espacio seguro para todos los niños. 2.- ​La supervisión, evaluación y control, debe enfocarse según se interpreta de la Ley sobre lo pedagógico y organizativo del centro educativo, así como también, sobre los proyectos y programas que desarrollen, lo que no excluye el tema violencia escolar, menos aún, si la prevención y la respuesta ante los posibles hechos de violencia escolar están incorporados en sus programas, proyectos y normas para la convivencia escolar. 3.- ​La inspección educativa, entre sus funciones, está la de velar por el cumplimiento en los centros educativos, de las leyes, reglamentos y demás normas vigentes, en ese sentido, allí está contenido sin duda alguna, la referencia directa y los elementos para justificar cuándo se levanta un informe o se hacen requerimientos y particularmente en la permanente tarea de prevenir la violencia escolar. Por su parte, como ya lo mencioné, hay otra figura que se ha creado en la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia y a la que hace referencia la Ley Orgánica de Educación, que es el Coordinador de Bienestar y Prevención, que según la mencionada Ley Orgánica 8/2021, en su artículo 35, podría ser ejercida por un personal que ya esté activo en el centro educativo o uno nuevo. La Ley Orgánica 8/2021 mencionada, define una serie de atribuciones mínimas que debe cumplir ese coordinador y que lo presentan como el responsable de la labor de sensibilización permanente en el centro escolar sobre la necesidad de preservar la convivencia pacífica y prevenir la violencia escolar. En octubre 2024, expertos educativos y sindicatos de docentes piden redefinir la figura del coordinador de bienestar, porque no avanza su implantación con resultados positivos, es una figura que está estancada por falta de recursos y de perfiles más especializados; además, en su implementación, cada Comunidad Autónoma la ha regulado de forma distinta, en unas se asumió con carga de horarios en otras no. Hay un tema importante para el debate que es el papel del Coordinador de Bienestar y también del Inspector de Educación, pues uno u otro o ambos, podrían ser una pieza clave en un modelo de prevención y protección mas efectivo desde el Centro Escolar para enfrentar la violencia escolar. Pero más allá de definir una persona con la responsabilidad de sensibilizar, formar, supervisar y/o coordinar, se hace necesario la existencia y el conocimiento de los protocolos para responder a los posibles problemas de violencia escolar en el centro escolar. Según la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, el protocolo, su ejecución y seguimiento es responsabilidad de las Administraciones educativas, pero exige que los mismos sean informados a la comunidad educativa por directores o titulares de centros educativos. ¿Conocemos los padres y madres la existencia de esos protocolos para enfrentar la violencia escolar en los centros educativos a donde asisten nuestros hijos?. ¿Existe este año el Coordinador de Bienestar a que hace referencia la Ley?. ¿Se ha abordado el tema en el centro educativo de nuestros hijos? Son preguntas claves que nos lleva a autoevaluarnos como padres, en cuanto a nuestra responsabilidad por informarnos sobre el tema, pues ignorarlo o ser indiferente al mismo, no reduce el riesgo existente, más aún, cuando las redes sociales se convierten en herramientas útiles para potenciar la violencia escolar, extendiendo su impacto más allá de las paredes del centro educativo. Alejandro Castro Santander, director del Observatorio de la Convivencia Escolar de la Universidad Católica de Cuyo, Argentina, coincide con la ONG española, EDUCO al afirmar que el “acoso escolar no está encerrado en las paredes del aula o los patios de las escuelas, trasciende el ámbito estrictamente escolar y se ramifica en la vida social de los chicos, sus familias y sus entornos.” Y en tal sentido distingue el bullying tradicional como aquel que ocurre en entornos físicos específicos y generalmente se limita al horario escolar y el ciberbullying como aquél que no tiene barreras de tiempo ni de espacio y ocurre en cualquier momento a través de las redes sociales. Nos enfrentamos a un problema complejo, que debe involucrarnos a todos aquellos que estamos vinculados a un centro escolar, su denuncia no es fácil, como nos dice la Directora de la ONG EDUCO, quien además advierte que la violencia escolar “a veces está tan normalizada que niños y niñas no la identifica como tal”, para mayo 2022 una encuesta realizada por esta ONG registró que en un universo de más de 1000 adolescentes el 29,5% afirmaron que habían sufrido de bullying u otro tipo de violencia escolar, ello incluye todo tipo de acción, omisión o trato negligente, sea entre pares o con personas adultas, frente a un 59,1% que respondió negativamente y un 11,4% no contestó o dijo no saber. ¿Están nuestros centros escolares y nosotros los padres y madres, preparados para enfrentar la violencia escolar?.
Por Bárbara Puglisis 4 de noviembre de 2024
La violencia escolar es un problema que trasciende los límites de las aulas y que, con el crecimiento de la tecnología y el uso extendido de dispositivos móviles a temprana edad, ha encontrado en el entorno digital un espacio donde se potencia. En este contexto, la Carta de Derechos Digitales de España surge como una iniciativa valiosa para establecer una base de protección en el entorno virtual, especialmente para los menores. Sin embargo, para que esta carta realmente funcione, se deben abordar varios factores que inciden en el problema, tales como la falta de control parental, la escasa comunicación entre la escuela y la familia, y el uso de móviles a edades tempranas. El uso de móviles a temprana edad y su impacto en la violencia escolar La introducción de dispositivos móviles a temprana edad representa un cambio profundo en la experiencia de los niños, quienes están en constante contacto con el entorno digital sin contar aún con las herramientas emocionales y sociales necesarias para protegerse. Según estudios recientes, el 30% de los niños en España ya tienen acceso a dispositivos móviles antes de los 10 años. Este acceso temprano a la tecnología expone a los menores a riesgos como el ciberacoso y otros tipos de violencia escolar digital, ampliando el impacto que estas experiencias tienen en su desarrollo emocional y social. A una edad en la que el control emocional y el sentido de responsabilidad están en pleno desarrollo, el uso de dispositivos móviles permite que las interacciones sociales y conflictos se prolonguen más allá del horario escolar. La mayoría de los casos de ciberacoso comienzan en entornos escolares, y el acceso a los móviles permite que estos conflictos se amplifiquen y escapen del control tanto de padres como de educadores, haciendo que el acoso persista sin descanso en las vidas de los niños y adolescentes. Control parental: Un desafío en la era digital El papel de los padres en la supervisión del uso de tecnología y redes sociales por parte de sus hijos es fundamental para prevenir situaciones de violencia escolar en el ámbito digital. No obstante, la realidad es que muchos padres no poseen el conocimiento adecuado o las herramientas necesarias para controlar y gestionar el tiempo que sus hijos pasan en línea o el tipo de contenido al que están expuestos. Esta brecha de conocimientos deja a los menores expuestos a contenidos inapropiados y comportamientos nocivos, y, en muchos casos, los padres no detectan el problema hasta que ya ha causado daños en la salud mental y emocional de los menores. Además, existe una falsa creencia de que los jóvenes son "nativos digitales" y que, por ende, pueden manejar con facilidad el entorno virtual. Sin embargo, aunque los adolescentes se desenvuelvan con soltura en las redes, esto no significa que comprendan los riesgos o que tengan la madurez para gestionar situaciones conflictivas. Es crucial que la Carta de Derechos Digitales considere programas de formación tanto para los menores como para sus padres, con el fin de que ambos comprendan cómo hacer un uso responsable y seguro de la tecnología. La Falta de comunicación entre la escuela y la familia La comunicación entre la escuela y la familia es otro aspecto esencial en la prevención de la violencia escolar, tanto en el entorno físico como en el digital. Cuando las instituciones educativas y los padres no mantienen una relación constante y transparente, es mucho más difícil identificar y actuar frente a situaciones de acoso. En muchos casos, los padres no están al tanto de los conflictos que sus hijos enfrentan en el entorno escolar, y, al no haber una comunicación fluida, los problemas suelen agravarse. La creación de canales de comunicación efectivos permitiría que los padres y los educadores trabajen en conjunto para identificar y resolver estos problemas antes de que escalen. Una solución sería que la Carta de Derechos Digitales establezca pautas para la creación de protocolos de comunicación entre escuelas y familias, de manera que las instituciones educativas puedan informar a los padres sobre el uso de tecnología y la salud digital de sus hijos. Esto no solo ayuda a los padres a monitorear el bienestar de sus hijos, sino que también facilita la implementación de acciones conjuntas para frenar el ciberacoso y otros tipos de violencia. Educación digital y la responsabilidad de la sociedad La educación digital es fundamental para combatir la violencia escolar en el ámbito virtual. Los niños y adolescentes deben recibir formación sobre cómo navegar de manera segura en el entorno digital, incluyendo el respeto hacia los demás, la protección de su privacidad y la identificación de comportamientos inadecuados. De igual manera, los padres y educadores también necesitan capacitación continua para mantenerse informados sobre las amenazas y tendencias actuales en el ciberespacio, de modo que puedan intervenir de manera adecuada. La Carta de Derechos Digitales debería incluir una propuesta de educación digital obligatoria en las escuelas, donde tanto los estudiantes como los padres puedan aprender sobre seguridad en línea, ciberacoso y el uso ético de la tecnología. Esta educación no debe ser algo aislado; debe integrarse en el currículo educativo y adaptarse a cada etapa de desarrollo del estudiante, enfatizando el respeto mutuo, la empatía y la protección de los derechos individuales. Propuesta: Un plan nacional de protección digital para menores Para que la Carta de Derechos Digitales sea verdaderamente eficaz, propongo la creación de un Plan Nacional de Protección Digital para Menores. Este plan debería incluir: 1. Educación digital obligatoria para estudiantes, padres y docentes, con el fin de desarrollar habilidades en el uso seguro de la tecnología. 2. Protocolos de comunicación entre escuelas y familias para alertar y gestionar problemas de ciberacoso y otros tipos de violencia. 3. Campañas de sensibilización que promuevan el control responsable del uso de dispositivos móviles y que informen sobre los efectos negativos del ciberacoso en la salud mental. 4. Responsabilidad de empresas tecnológicas para que implementen herramientas de control de contenido para menores y alertas de ciberacoso. 5. Un Observatorio de Protección Digital para Menores que supervise el impacto de la Carta de Derechos Digitales y proponga ajustes según la evolución de las problemáticas digitales. La violencia escolar en el entorno digital es una problemática compleja que requiere la colaboración de todos los actores sociales para garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros menores. La Carta de Derechos Digitales es un paso importante, pero necesita complementarse con acciones más concretas y un enfoque integral que abarque educación, regulación y un esfuerzo conjunto entre la familia, la escuela y las empresas tecnológicas. El uso de dispositivos a temprana edad, la falta de control parental y la escasa comunicación entre el hogar y la escuela son factores que potencian la violencia en el ámbito digital. Solo a través de la implementación de un Plan Nacional de Protección Digital para Menores y una verdadera colaboración social, podremos construir un entorno digital seguro y protector para las generaciones futuras.
Por Bárbara Puglisi 16 de mayo de 2024
España es uno de los países de la Unión Europea que recibe anualmente un número elevado de migrantes en situación irregular. Estamos acostumbrados a ver casi a diario noticias sobre el desembarco de pateras en las costas e islas, a lo que debemos añadir lo que no se ve: la entrada por los aeropuertos de aquellas personas que llegan por turismo, pero se quedan de manera irregular en el país. Se estima que en la actualidad hay alrededor de 500.000 migrantes en situación irregular en España, de los cuales casi un 25% son menores de edad. Por este motivo esta semana en el Congreso de los Diputados se aprobó una iniciativa popular o ILP para que el gobierno realice una regulación masiva de estas personas siempre que hayan ingresado al país antes del 01 de noviembre del 2021. Muchos esperaban que se dictaran las reglas de la regularización, pero lo aprobado en el pleno del Congreso es un párrafo donde se da la orden al Ejecutivo de realizar el proceso de regularización. El texto aprobado fue: "El Gobierno, mediante Real Decreto, establecerá, en el plazo de 6 meses, un procedimiento para la regularización de los extranjeros que se encuentren en territorio español antes del día 1 de noviembre de 2021." Lo que se aprobó ayer representa un avance modesto hacia la legalización de los migrantes, aunque en mi opinión, es insuficiente. Lo califico así porque, en última instancia, deja la responsabilidad en manos del gobierno para resolver una situación que, sabemos, es consecuencia de su propia gestión. La presión ejercida por las organizaciones ahora debe intensificarse, ya que, si el gobierno no ha logrado resolver esto en tantos años, ¿realmente lo hará en solo seis meses? El caso de los ucranianos asilados en España es un claro ejemplo de cómo, cuando existe voluntad política, el gobierno puede actuar con rapidez y eficacia. En cuestión de semanas, se les proporcionaron los documentos necesarios para su asilo y se les asignó sus documentos de identificación nacional para facilitar su rápida integración en la vida laboral. Si preguntamos a solicitantes de asilo de otros países, muchos pueden contarnos cuántos años han esperado para que se acepte o deniegue su solicitud de asilo. Estas políticas migratorias pueden convertir las excepciones en la norma. Con España habiendo realizado ya cuatro procesos de regularización masiva, podría parecer que cumplir o no con la ley migratoria no importa realmente, ya que se otorgan documentos de todas formas, lo que resta importancia a aquellos que han seguido los procesos legales rigurosamente. Además, brinda libertad a las mafias que trafican con migrantes, ya que pueden prometerles su regularización en el futuro y una entrada fácil a Europa. ¿Cuántas veces España ha realizados regulaciones masivas y cuáles fueron los requisitos que se pidieron? En España, ha habido varios procesos de regulación masiva de migrantes a lo largo de los años, especialmente en respuesta a flujos migratorios significativos. Algunos de los más destacados incluyen: Regularización de 1985: Este proceso fue una respuesta a la gran afluencia de migrantes irregulares, principalmente de países de América Latina y África, que llegaron a España durante los años 80. La regularización de 1985 permitió a muchos de estos migrantes obtener un estatus legal en el país. Regularización de 1996: En este caso, el gobierno español permitió la regularización de inmigrantes que pudieran demostrar que habían estado trabajando en el país durante un período de tiempo determinado, independientemente de su estatus legal. Esta regularización se centró en gran medida en inmigrantes de países extracomunitarios. Regularización de 2005: Conocida como la "Regularización Exprés", esta medida fue implementada por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y permitió a los inmigrantes en situación irregular regularizar su estatus si podían demostrar que habían estado trabajando en el país. Se aplicó a una amplia gama de inmigrantes, incluidos aquellos que habían entrado en el país de manera irregular antes de agosto de 2004. Regularización de 2012: En respuesta a la crisis económica y el aumento del desempleo en España, el gobierno introdujo un proceso de regularización para trabajadores extranjeros altamente cualificados y aquellos que pudieran demostrar que habían vivido en España durante un período de tiempo establecido y podían demostrar medios de subsistencia. Cada uno de estos procesos ha tenido sus propias condiciones y requisitos específicos, pero en general, todos buscaban regularizar a aquellos migrantes que ya estaban viviendo y trabajando en el país de manera irregular. Cabe destacar que esta última regularización masiva de migrantes en España se llevó a cabo en un contexto de crisis económica y desempleo, con el objetivo de regularizar la situación de ciertos grupos de migrantes que estaban viviendo en el país de manera irregular. Las condiciones principales para la regularización en 2012, las cuales pueden ser las mismas para este año, fueron las siguientes: 1. Residencia continuada: Los solicitantes debían haber residido de manera continuada en España antes de la fecha de entrada en vigor del proceso de regularización. 2. Demostrar medios de subsistencia: Se requería que los solicitantes pudieran demostrar que tenían medios de subsistencia, ya sea a través de un empleo, una oferta de trabajo o cualquier otra fuente de ingresos legales y suficientes para mantenerse a sí mismos y, en su caso, a sus familias. 3. Ausencia de antecedentes penales: Los solicitantes no debían tener antecedentes penales en España ni en sus países de origen. 4. Cumplimiento de otros requisitos específicos: Dependiendo de la categoría bajo la cual se solicitaba la regularización (por ejemplo, trabajadores altamente cualificados, estudiantes, etc.), podían aplicarse requisitos adicionales específicos, como la demostración de formación o experiencia laboral en el caso de trabajadores cualificados. 5. Presentación de la solicitud dentro del plazo establecido: Los interesados debían presentar su solicitud dentro del plazo establecido por las autoridades competentes. Es importante tener en cuenta que las condiciones específicas pueden variar según la legislación vigente en el momento de la regularización y las disposiciones emitidas por el gobierno español, pero visto que no distan mucho en tiempo pueden que sean las mismas o por lo menos la mayoría se mantengan en este nuevo proceso del 2024. Otros países europeos han tenido regularizaciones masivas de migrantes. En Europa, diversos países han llevado a cabo procesos de regulación masiva de migrantes en respuesta a flujos migratorios significativos o en situaciones específicas. Algunos de los procesos de regularización más destacados incluyen: 1. Italia - 1986: Italia llevó a cabo una regularización masiva de inmigrantes en 1986, conocida como la "Sanatoria", que permitió a cientos de miles de inmigrantes en situación irregular regularizar su estatus migratorio. 2. España - 1985, 1996, 2005, 2012: Como mencioné anteriormente, España ha llevado a cabo varios procesos de regularización a lo largo de los años, en 1985, 1996, 2005 y 2012, para regularizar la situación de inmigrantes en situación irregular que residían en el país. 3. Portugal - 2001: Portugal también realizó una regularización masiva en 2001, permitiendo que los inmigrantes en situación irregular regularizaran su estatus. 4. Francia - 1981, 1997: Francia llevó a cabo regularizaciones masivas en 1981 y 1997, con el objetivo de regularizar a inmigrantes en situación irregular que residían en el país. 5. Grecia - 2011: Grecia llevó a cabo un proceso de regularización en 2011, principalmente dirigido a inmigrantes de países vecinos como Albania y Bulgaria, entre otros. 6. Alemania - 2000: Alemania implementó una regularización masiva en 2000, conocida como "Lex Kosovo", para permitir que los solicitantes de asilo de Kosovo se quedaran en el país. Estos son solo algunos ejemplos de los procesos de regularización masiva de migrantes que se han llevado a cabo en Europa. Cada país puede tener sus propias políticas y condiciones específicas para estos procesos, que pueden variar en función de factores como la situación económica, social y política en ese momento. Retos que enfrentará el gobierno con la regularización. Como observamos, España lidera la lista de países de la Unión Europea que han llevado a cabo el mayor número de regularizaciones masivas, lo que ha alertado a la UE sobre sus políticas migratorias "abiertas y permisivas", las cuales afectan a todos los miembros. Algunos de estos miembros son muy restrictivos en este ámbito para preservar su seguridad nacional y planes económico-laborales internos, que garantizan una economía saludable para sus ciudadanos. La regularización masiva de migrantes en España puede plantear una serie de desafíos y problemas que el gobierno debe afrontar una vez saque la resolución con los términos de este nuevo proceso que generaran gasto público que no estaba contemplado en los presupuestos nacionales. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la regularización masiva generará una mayor presión sobre los servicios públicos. Al llevarse a cabo en poco tiempo, podría ocasionar problemas en la prestación de servicios esenciales como la sanidad, la educación y la vivienda, especialmente en áreas con alta concentración de migrantes. Además, es crucial implementar un plan de inserción laboral de forma paralela a la regularización. Esto es importante porque la regularización tendrá un impacto en el mercado laboral, tanto en términos de competencia por empleos como en la posible exposición a abusos laborales si los migrantes regularizados son más vulnerables a la explotación. Pone la lupa también a los temas de control de la inmigración futura. La regularización masiva puede plantear desafíos para el control de la inmigración futura, ya que puede ser percibida como una señal de debilidad en las políticas de control de fronteras y migración.
Por Bárbara Puglisi 20 de febrero de 2024
En el último año la política en España se ha encaminado hacia un proceso preocupante para su democracia. Los ataques entre políticos de las “altas esferas del poder” son considerados por algunos como "jocosos" pero nada más lejos de eso. En la mayoría de los casos están al límite de entrar en lo denominado “discurso de odio”. El discurso de odio en la política es una realidad que puede tener consecuencias perjudiciales para la sociedad. En España, como en muchos otros lugares, es importante abogar por un debate político respetuoso y constructivo. El respeto mutuo y la tolerancia son fundamentales para construir una sociedad cohesionada y democrática. En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos involucramos con la política. Sin embargo, este cambio también ha dado lugar a un fenómeno preocupante: el aumento del discurso de odio en el ámbito político, exacerbado por la rápida difusión y amplificación que ofrecen plataformas como X, Facebook e Instagram, principalmente. La política en la era de las redes sociales Las redes sociales han democratizado la participación política al proporcionar a las personas una plataforma para expresar sus opiniones y conectarse con políticos y otros ciudadanos. Sin embargo, esta apertura también ha permitido que el discurso de odio se infiltre y se propague de manera más eficiente, creando un ambiente tóxico que afecta el debate democrático. La política en la era de las redes sociales ha experimentado una transformación significativa, marcando un hito en la participación ciudadana y la difusión de información. Las plataformas han democratizado el acceso a la esfera política, permitiendo a los ciudadanos participar activamente en el debate público y conectarse con sus líderes. Así como a los políticos la masificación de sus discursos y propuestas electorales a más personas dentro y fuera de su país. Sin embargo, esta apertura también ha llevado consigo desafíos sustanciales. La inmediatez y la viralidad de las redes sociales han propiciado la propagación rápida de mensajes políticos, tanto constructivos como destructivos. La brecha entre los políticos y la ciudadanía se ha reducido, pero también se ha creado un terreno propicio para la polarización y el discurso extremista. A esto se le suma el fenómeno de las fake news y la desinformación se ha vuelto más prominente en la política en línea. La rapidez con la que se comparten noticias y la falta de verificación pueden llevar a la difusión de información falsa, afectando la percepción pública y distorsionando la realidad. En definitiva, la política en la era de las redes sociales tiene un doble filo. Aunque ofrece oportunidades para la participación ciudadana y la democratización del discurso político, también plantea desafíos importantes en términos de polarización, desinformación y la creación de burbujas informativas. El manejo ético y responsable de estas herramientas es crucial para preservar una esfera política saludable y transparente, especialmente cuando hablamos de asuntos públicos. Qué concluye el monitoreo ECCos de Paz El monitoreo se basó en las publicaciones en redes sociales de los principales candidatos de los partidos políticos españoles que entren en la contienda electoral en las elecciones generales del 2023. Fueron analizados todos los mensajes publicados y podemos concluir que dichos mensajes a pesar de no entrar en la categoría de discurso de odio si han hecho que la forma de hacer política deshumaniza a los oponentes erosionando de esa forma la confianza en las instituciones democráticas. Cuando los líderes políticos recurren a la retórica divisiva y despectiva, crean un clima en el que la intolerancia florece, debilitando la cohesión social y fomentando la polarización. Sin embargo, hemos visto publicaciones en redes mostrando las llamadas “Lonas del Odio”, lonas que fueron colocadas en las fachadas de edificios en vías importantes que entrarían en temas de odio y que fueron colocadas por organizaciones sociales contra los candidatos. Por ello podemos decir que el discurso de odio en la sociedad contemporánea ha ocasionado una seria amenaza para la cohesión y el bienestar común, y lo continuará haciendo hasta tanto no se cambie a través de sanciones jurídicas o por convicción social. Esta forma de expresión, cargada de hostilidad y animosidad hacia grupos específicos, en este caso candidatos, no solo socava los cimientos de la convivencia pacífica, sino que también tiene consecuencias perjudiciales a nivel individual y colectivo. Debemos tener claro como sociedad que el discurso de odio actúa como una llama que aviva las llamas de la intolerancia, alimentando prejuicios y fomentando la discriminación. Cuando líderes políticos, figuras públicas o incluso ciudadanos comunes participan de ello, contribuyendo a la creación de un ambiente tóxico que puede desencadenar tensiones y conflictos innecesarios. El discurso de odio puede propagarse como un virus, infiltrando las mentes y generando actitudes negativas hacia aquellos que son percibidos como diferentes. Esto no solo debilita la cohesión social, sino que también puede llevar a la discriminación y, en casos extremos, a la violencia. Las plataformas de redes sociales, a pesar de sus beneficios en términos de conectividad, facilitan que las palabras y opiniones pueden difundirse rápidamente contribuye a la amplificación del discurso de odio, generando efectos cascada que afectan a comunidades enteras. Es imperativo que las sociedades promuevan la educación y la conciencia sobre la importancia del respeto y la tolerancia. Además, las plataformas en línea deben asumir la responsabilidad de regular y limitar la difusión del discurso de odio, implementando medidas efectivas para prevenir su propagación descontrolada. Del informe se desprende que el discurso de odio amenaza con socavar los principios fundamentales de una sociedad justa y equitativa. Abogar por un lenguaje respetuoso y constructivo se convierte en una herramienta esencial para construir un mundo en el que la diversidad sea celebrada y la convivencia pacífica sea la norma. El otro aspecto candente: la Ley de Amnistía El año 2024 empieza con la controvertida Ley de Amnistía en España que continúa siendo objeto de debates y reflexiones, especialmente por la fina línea que se puede cruzar si los interesados no manejan bien los contenido y decisiones, convirtiendo ideas e ideologías en discurso del odio. A medida que evoluciona la conciencia social y se reexaminan las políticas del pasado, la discusión sobre la influencia de esta ley y el discurso del odio se intensifica. Desde una perspectiva crítica, algunos argumentan que la Ley de Amnistía está buscando la reconciliación dentro de un proceso democrático, pero podría dejar impunes ciertos actos cometidos en Cataluña. En el ámbito del discurso del odio, esta impunidad podría interpretarse como un obstáculo para la construcción de una narrativa colectiva que condene de manera clara y unánime los actos discriminatorios y violentos del pasado. Algunos críticos sostienen que la falta de rendición de cuentas podría alimentar resentimientos y sentimientos de injusticia, que a su vez podrían manifestarse en discursos de odio dirigidos a grupos específicos. La relación entre la Ley de Amnistía del 2023/2024 y el discurso del odio sigue siendo compleja, reflejando los desafíos persistentes en la búsqueda de equilibrio entre la memoria histórica, la justicia y la estabilidad democrática. El diálogo continuo sobre estos temas es esencial para comprender y abordar los retos actuales en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. Es esencial que los líderes políticos, así como los usuarios de redes sociales, asuman la responsabilidad de promover un discurso respetuoso y constructivo. Ya hemos visto como las plataformas están colaborando mejorando sus políticas y algoritmos con el fin de frenar la difusión del discurso de odio, priorizando la seguridad y el bienestar de la sociedad. En conclusión, el discurso de odio en la política, amplificado por las redes sociales, representa un desafío significativo para la salud de la democracia. Combatir este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto de líderes, ciudadanos y plataformas para promover un diálogo político basado en el respeto y la comprensión mutua.
8 de octubre de 2023
La situación migratoria del mediterráneo enciende las alarmas sobre los delitos de tráfico y trata de personas. Debemos entender que la migración que está entrando por el Mediterráneo de manera irregular puede ser víctima de tráfico de personas, delito que se da cuando el migrante “contrata los servicios” de las organizaciones criminales de la zona para que los trasladen desde su país de origen hacia el país donde desean inmigrar de forma irregular; pero simultáneamente se pude estar en presencial del delito de trata de personas cuando las víctimas son captadas por engaño o con violencia para ser explotadas dentro de su país de origen o en otro país. La trata de personas es uno de los delitos más denigrantes para la dignidad humana de cuantos se conocen, ya que supone la degradación de cualquier persona hasta convertirla en una mera mercancía que se puede intercambiar o explotar. Solo en España para el año 2019 se movían más de 5 millones de euros diarios en trata de personas, entendiendo que la trata no es solo en explotación sexual, sino que también incluye la explotación laboral, de criminalidad forzada o de tráfico de órganos. Según datos aportados por la Brigada Central de Trata de Seres Humanos de la policía de España, alrededor de 12 millones de personas en 160 países son víctimas de trata, de las cuales el 62% de ellas son destinadas a la explotación sexual, distribuidas en 80% mujeres y 12% niñas. El tráfico y la trata de personas no discrimina en edad, para el año 2019 llegaron a España 11.345 niños y 956 niñas no acompañados, pero las autoridades solo identificaron a 10 de las niñas como víctimas de trata. Llama la atención que con un número tan elevado de niños y niñas no acompañados que han ingresado al país vía marítima solo el 0.1% se consideran víctimas de tratas, es decir, que las autoridades no cumplieron los protocolos de protección, identificación y análisis de los casos individualmente, pues si comparamos los porcentajes con las cifras internacionales que hablamos en el artículo anterior, es claro y evidente que las autoridades migratorias y de protección de la infancia española no están cumpliendo con su trabajo en la correcta identificación de víctimas de trata de personas. Suponemos que las cifras han aumentado en especial en materia de menores después de que iniciara la guerra de Ucrania, pues España ha sido uno de los principales países de acogida de mujeres y niños que escapan de la guerra. Debemos tener en cuenta que más de 1.5 millones de niños han huido de Ucrania y que las cifras mundiales reflejan que los niños representan el 28% de las personas víctimas de trata según datos aportados por UNICEF y el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la trata de Personas (ICAT). La trata en cifras españolas Entre los años 2017 y 2021, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado comunicaron la identificación formal como víctimas de trata de seres humanos de 1.438 personas, entre ellas se encontraban 64 (4.5%) menores de edad. A estas cifras hay que añadir 4.420 víctimas de explotación sexual y laboral, incluyendo a 36 (0,8%) menores. El abuso de situación de necesidad o vulnerabilidad de la víctima se ha consolidado en los últimos años como el medio comisivo más frecuente en la trata sexual, llegando a alcanzar en el 2021 al 60% de las víctimas. El engaño, ya sea en el tipo de actividad a realizar o en las condiciones de esta, estuvo presente en un 46% de los casos entre el 2017 y 2021. Las víctimas de la trata sexual en los últimos años han mostrado numerosos cambios de tendencia una de ellas es la nacionalidad de las víctimas, en España son las rumanas y nigerianas quienes han sido tradicionalmente las más representativas y las que han mantenido una tendencia más estable. Mientras que las de origen latinoamericano, especialmente Venezuela, Colombia y Paraguay ha mostrado un incremento exponencial en los últimos años, concretamente en el 2021 las víctimas de estas últimas nacionalidades representaron el 59% del total de las identificadas y aquellas con nacionalidad de algún país latinoamericano llegaron al 74%. La trata de seres humanos es un delito con una capacidad de mutación y adaptación notables. Los tratantes ajustan sus modus operandi a las necesidades y dificultades de cada situación y adaptan la oferta muy rápidamente a la demanda. Recordemos que las cifras que dan las autoridades españolas corresponden a víctimas identificadas, es decir, son solo una pequeña muestra de la cruel realidad que viven las víctimas de este “negocio”. La tendencia también ha cambiado con quienes comenten el delito de trata, por primera vez las estadísticas demuestran que en 2021 es mayor el número de mujeres detenidas que el de hombres, concretamente el 53%. Datos que confirma la teoría de las autoridades sobre que muchas de las antiguas víctimas pasan a ocupar puestos de responsabilidad en las redes de trata como “madame” o captoras pues ya conocen el negocio y al ser mujeres con la misma nacionalidad de las víctimas tienden a convencerlas/engañarlas más fácilmente. Las personas detenidas por explotación sexual en 2021, el 60% son hombres, mientras que el 40% son mujeres, todos ellos con nacionalidades principalmente española, colombiana y rumana. Otro tipo de explotación muy extendido en España es el laboral, quienes lo sufren en carne propia son los migrantes. Entre el 2017 y el 2021 las víctimas de explotación laboral eran el 60% hombres y 40% mujeres, llegando en 2021 a una relación de tres hombres por cada mujer víctimas de explotación laboral. La edad más frecuente se sitúa entre los 23 y 32 años con nacionalidades predominantes de Marruecos, Rumanía y España. Algo más de la mitad de las investigaciones emprendidas en 2021 estaban vinculadas al sector agropecuario, englobando al 68% de las víctimas. Centrándonos en la explotación laboral, en 2021 el 83% de los detenidos fueron hombres y el 17% mujeres, con la nacionalidad más característica la española y la rumana. Aquí un cuadro que nos permite evidencias con más claridad la evolución del delito de trata en los últimos años en España:
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