Se dice que el ser humano ha estado acostumbrado a no hacerse responsable de la gestión de sus conflictos, o aquellos que puedan afectar su entorno más cercano o de interés. Se le suele otorga esta responsabilidad a cuerpos judiciales o de seguridad del Estado (como los jueces y juezas, policía nacional o policía local), cualquier persona externa que pueda solucionar la situación, sin necesidad de formar parte de la gestión de sus propios conflictos. También se dice que tiene como costumbre que estos sean resueltos mediante la coacción, de una manera punitiva y por medio de amenazas, de la fuerza o por medio de medidas judiciales que decidan qué hacer mediante una sentencia.
La policía local en las comunidades ha sido siempre concebida como un cuerpo punitivo, que no negocia sino hace que se cumplan las normas y las leyes. No en vano muchas madres y padres suelen amenazar a sus hijos/as en la calle cuando se portan mal, que “si les ve la policía se los llevara presos”. El policía es aquel agente que persigue al malo con un arma y sus esposas. Es un agente que no cruza palabras con la ciudadanía, más que para informar del incumplimiento de una norma. Se les suele percibir como agentes lejanos, no empáticos ni dialogantes.
Pero hemos estado estudiando en artículos anteriores que la mejor manera de solventar los conflictos es mediante el diálogo, activando la escucha para poder comprender –a través de la empatía- lo que nos está ocurriendo, hallando la raíz del conflicto y solventando de base la situación, logrando preservar las relaciones humanas, el entendimiento y la convivencia entre todas y todos. Para ello son claves las herramientas de la mediación, como mecanismo alternativo de resolución de conflictos, donde ambas partes ganan en igualdad.
En la actualidad, nos encontramos en una sociedad globalizada, donde la diversidad está a la orden del día, el intercambio de culturas, ideas, acciones y reacciones. Es necesario el respeto y el entendimiento entre todas y todos para lograr una mejor convivencia mediante una cohesión social efectiva. La policía local se encuentra a diario en las calles, observando, asistiendo y atendiendo diversidad de incidencias que pueden surgir en los distintos espacios de los distritos, provincias y comunidades de España. Son los que a diario escuchan a la ciudadanía, sus quejas, e intentan solventar infinidad de situaciones, muchas con delitos y otras simplemente de convivencia, pero todas van colapsando el sistema de justicia, por el número de casos sin filtro alguno y muchos sin solución real, ya que la vía judicial no suele ser la más idónea para muchos de los casos en las comunidades vecinales.
“La Policía como garante del orden debe adaptarse… y de desarrollar nuevas maneras de gestionar esos conflictos, porque con el uso de la fuerza, a veces, no se consigue el resultado deseado. El Policía tiene un papel importante en la prevención y en la respuesta afectiva contra los conflictos y los actos incívicos. Una Policía cercana, preventiva que utiliza las técnicas de la mediación para resolver conflictos privados, sociales y que trabaja sobre el efecto, pero también sobre la causa, para la prevención de dichos conflictos, supone un cambio en la percepción de la seguridad”. [1]
Es por ello que en la actualidad hay muchas comunidades y ayuntamientos que comienzan a trabajar con la figura del AGENTE POLICIAL MEDIADOR, ya que “el Policía Mediador tiene el rol de prevención, de respuesta efectiva frente a los actos contra la vida comunitaria civilizada. Policía más próxima a los ciudadanos, basada en la confianza, que implica relaciones positivas con la comunidad, ayudando a negociar, conciliar y participando activamente en la mediación de los conflictos” [2] .
Como es el caso en Madrid, ya hace unos años que existe el Programa de Agente Mediador de la Policía de Madrid , “que pretende favorecer los procesos de mediación como método de resolución de conflictos frente a las acciones judiciales” [3] . En el portal web del ayuntamiento de Madrid especifican que desean lograr con la puesta en marcha de este servicio:
“-Facilitar soluciones consensuadas a los problemas –Restablecer el ambiente y las relaciones futuras de las partes en conflicto incrementando la comunicación entre ellas. –Mantener las relaciones personales y de convivencia . –Evitar posibles procedimientos contenciosos.”
Estos agentes mediadores intervienen tanto en el ámbito educativo, cuando surgen conflictos en las instituciones educativas entre alumnados, padres/madres/representantes y profesorado y también en el ámbito vecinal comunitario, entre vecinos y vecinas o asociaciones vecinales.
De igual manera, especifican en su programa que “teniendo como referente la ley 5/2012, nuestro modelo de mediación se despliega en el ámbito policial a través de lo establecido en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad cuando permite que las policías municipales colaboren en conflictos privados si son requeridas para ello (art. 53.I i). Es, por tanto, este ámbito competencial el que define los entornos y motivos que pueden ser sometidos a mediación policial”.
Como este ejemplo del ayuntamiento de Madrid, también hemos podido ver que varias policías locales en España tienen programas similares, que contribuyen con la gestión de conflictos en los espacios escolares y vecinales mediante la mediación, como agentes cercanos, empáticos y dialogantes que contribuyen con la reducción y gestión de casos puntuales relacionados con la convivencia.
En Navarra, según nos indica una noticia digital ( www.noticiasdanavarra.com ) del 5 de marzo de 2019: “Policía municipal inicia un servicio de mediación para evitar conflictos. Agentes comunitarios junto a un grupo de profesionales tratarán las disputas vecinales para que no lleguen a la vía judicial. En 2018 se detectaron 3.024 incidencias, la mayoría por ruidos o convivencia”.
La concejala delegada de Seguridad Ciudadana y Convivencia, Itziar Gómez dijo a este diario que “supone un nuevo paso en el modelo policial de cercanía que venimos impulsando”. Es “un nuevo paso para que la Policía Comunitaria se convierta en el referente del barrio para avanzar en las soluciones de conflictos de convivencia vecinal” .
El 15 de julio de 2018 también nos contó en una noticia el www.eldiariodeleon.es que “ La Policía Municipal tendrá un grupo de mediación en conflictos. Varios agentes se forman para cubrir un servicio que genera más de 300 intervenciones en un año”. En este caso la policía con titulación universitaria podrá acceder a un curso de formación en mediación civil, penal y policial, avalado por las Universidades de León, Valladolid, Burgos, Oviedo, Jaime I (Castellón) y Camilo José Cela de Madrid.
Sin embargo, cuando estudiamos los principios básicos de la mediación nos encontramos con la necesaria imparcialidad y neutralidad por parte del mediador/a, la objetividad del proceso y el equilibrio de las partes en conflicto , por lo que nos encontramos un comunicado emitido por la Federación para la Mediación de la Comunitat Valenciana- FEPAMED que expresa lo siguiente [4] :
“… cree que en el proceso de solución de Conflictos en nuestra sociedad la Policía tiene una función clave y que el trabajo del Mediador comunitario tiene que realizarse, de una forma primordial, en colaboración con la Policía local. Pero que la Policía como tal no puede Mediar según la “Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles”, ya que su profesión hace que la imparcialidad y la neutralidad no sean posibles y estas dos características, son esenciales a la Mediación. Es real que la intermediación que realiza la policía es clave para derivar a Mediadores los conflictos, pero de ninguna forma es la Policía quien puede realizar esta mediación. Por eso esa labor se debe denominar INTERMEDIACION POLICIAL y debe ser clave en formar a una nueva Policía de Proximidad ”.
Hemos podido observar, a lo largo del desarrollo del presente artículo de la importancia que tiene cambiar el modelo de gestión de los conflictos que surgen en la comunidades, y por ende la forma de intervención por parte de las policía locales, es necesario hacer a estos agentes más cercanos a la ciudadanía, para mejorar la convivencia en los diversos espacios de interacción y descongestionar cada vez el sistema judicial.
¿Crees que la policía local podría llevar a cabo procesos de mediación?
¿Reconocerías un mediador en un agente policial?
¿Consideras importante que haya una nueva policía local más cercana con la ciudadanía?
¿Crees que esta figura pueda servir pegamento social en las comunidades?
[1] MARTÍN TEMIÑO, Sara. MEDIACIÓN POLICIAL: UNA REALIDAD AL ALCANCE DE TODOS. Trabajo de fin de Máster en Mediación y Resolución Extrajudicial de Conflictos, de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid. Pp. 116
[2] IDEM